Julio Bocca vuelve a sorprender al mundo de la danza argentina con un desafío tan ambicioso como original. El reconocido exbailarín y actual director del Ballet Estable del Teatro Colón anunció una campaña para que la cuenta oficial de la compañía en Instagram (@balletteatrocolon) alcance el millón de seguidores en cuestión de semanas. La recompensa, prometida por el propio Bocca, es nada menos que el regreso de Marianela Núñez, la máxima estrella argentina de la danza internacional, para protagonizar el ballet Onegin en el Colón durante octubre.
Bocca, quien nunca ha sido adepto a las redes sociales —apenas mantiene un perfil de LinkedIn por motivos profesionales—, grabó un reel desde la cuenta institucional para lanzar la propuesta. El pacto es claro: si la comunidad de seguidores llega al millón, Marianela Núñez volverá a Buenos Aires este año para encabezar la esperada producción de Onegin, el célebre ballet de John Cranko inspirado en la novela de Alexander Pushkin y musicalizado por Chaikovski, programado del 3 al 14 de octubre en el emblemático teatro porteño.
La noticia no tardó en desatar una ola de entusiasmo entre los fanáticos del ballet. En pocas horas, la cuenta del Ballet Estable del Colón sumó cinco mil nuevos seguidores, y la convocatoria se viralizó rápidamente entre balletómanos de todo el país, que impulsan a amigos y familiares a sumarse al reto digital.
El desafío no es menor si se consideran los números de otras compañías de renombre internacional. El American Ballet Theatre, donde Bocca brilló a nivel mundial, suma actualmente unos 882 mil seguidores; la Ópera de París, 657 mil; y el legendario Bolshoi, menos de 400 mil. Solo el Royal Ballet de Londres, donde Núñez es figura principal, supera el millón, con 1,4 millones de seguidores en Instagram.
Desde el Reino Unido, Marianela Núñez expresó su entusiasmo por la campaña y la posibilidad de volver a interpretar a Tatiana, la protagonista de Onegin. «Es el rol que más me identifica», señaló en diálogo con la prensa argentina. Núñez, nacida en San Martín y formada en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, es reconocida por su virtuosismo y su carisma en el escenario. Su vínculo con el público argentino se ha vuelto cada vez más profundo, y cada visita suya al país se transforma en un verdadero acontecimiento cultural.
Durante su estadía más reciente en Buenos Aires, Núñez no solo deslumbró con dos funciones de Don Quijote en un Teatro Colón colmado, sino que además ofreció una charla para jóvenes bailarines en la Escuela Municipal de Danzas de su barrio natal. Su cercanía con el público es tal que al finalizar cada espectáculo, saluda y firma autógrafos durante horas, consolidando la «Nelamanía» que la rodea en la Argentina.
El regreso de Núñez al Colón no solo sería un hito para los seguidores del ballet, sino también una oportunidad de acercar la danza clásica a nuevas audiencias, algo que Bocca ha promovido desde sus inicios. Como director, Bocca ha sabido derribar barreras y popularizar el ballet, llevando espectáculos a escenarios poco convencionales y logrando que la disciplina gane espacio en los medios de comunicación y el imaginario popular.
El desafío digital propuesto por Bocca es, entonces, mucho más que una campaña en redes sociales: es un puente entre el arte y el público, una apuesta por la masividad y la democratización cultural. Si el millón de seguidores se alcanza, el reencuentro de Marianela Núñez con el público argentino será histórico. De momento, la invitación está hecha y el escenario, una vez más, espera a que el arte y la pasión se encuentren en el corazón de Buenos Aires.