El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se prepara para enfrentar, en octubre, un nuevo incremento en el costo del transporte público, que alcanzará el 3,9%. Esta suba, que impacta tanto en los colectivos como en el subte, se produce luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informara una inflación de 1,9% en agosto, a la que se le sumaron dos puntos porcentuales adicionales según los mecanismos de actualización tarifaria vigentes.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la actualización mensual de tarifas para el subte y colectivos depende del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica el Indec. El mismo criterio rige en la provincia de Buenos Aires para los colectivos bajo su jurisdicción, aunque en este caso se toma como referencia el IPC del Gran Buenos Aires. Por su parte, los colectivos de jurisdicción nacional no experimentarán cambios en octubre, ya que el último ajuste se realizó a mediados de julio, mientras que las tarifas de los trenes metropolitanos permanecen inalteradas desde septiembre de 2024.
El gasto en transporte, por encima de la inflación y los salarios
El impacto de las tarifas en los hogares del AMBA es cada vez mayor. Según el último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), una familia promedio debió destinar $73.019 en agosto para cubrir sus necesidades de transporte. Este valor representa un salto interanual del 56%, muy por encima de la inflación acumulada del 33,6% y del aumento nominal del salario mínimo, que fue del 22,77% en el mismo período.
El informe del IIEP también destaca que entre enero y agosto de 2025, el gasto en transporte público subió un 30%. Si la comparación se extiende desde diciembre de 2023 hasta la fecha, la variación alcanza un impactante 810%. Esta abrupta escalada se atribuye principalmente a los aumentos tarifarios impulsados por la gestión de Javier Milei.
Menos pasajeros: la respuesta al ajuste
El contexto de incrementos constantes en el costo del transporte, acompañado por el estancamiento en los ingresos y la expansión del teletrabajo, ha derivado en una caída sostenida en la cantidad de pasajeros que utilizan el transporte público en el AMBA. Datos del Indec revelan que, durante el primer semestre de 2025, la cantidad de usuarios disminuyó un 2,7% en comparación con el mismo período de 2024. Si el cotejo se realiza con el primer semestre de 2023, la baja trepa al 7,22%, y si se mira hacia 2019, la contracción llega al 19%.
Al desglosar la caída por tipo de transporte, el subte es el más afectado, con una reducción del 8,7% frente a 2024, del 18,16% en comparación con 2023 y de un contundente 41,5% respecto de 2019. En contraste, el colectivo muestra una mayor estabilidad: la merma es de apenas 0,35% frente al año anterior, 6,18% respecto a 2023 y 11,33% si la comparación se hace con 2019.
En el caso de los trenes metropolitanos, el retroceso es del 7,84% en relación a 2024, del 3,76% respecto a 2023 y del 27,63% frente a 2019. El fenómeno evidencia cómo el aumento en las tarifas, sumado a las dificultades económicas, está modificando los hábitos de movilidad en la región metropolitana.
Un escenario desafiante
Mientras se avecina una nueva suba en el transporte público del AMBA, las estadísticas reflejan el creciente peso de este gasto en los hogares y una tendencia a la baja en la cantidad de pasajeros. Con tarifas que suben por encima de los salarios y la inflación, y con menos personas utilizando el sistema, el sector enfrenta el desafío de adaptarse a una realidad marcada por el ajuste económico y los cambios en el comportamiento de los usuarios.