El Tottenham Hotspur comenzó la nueva temporada de la Premier League con una contundente demostración de fortaleza y ambición. Tras consagrarse campeones de la Europa League, los dirigidos por Thomas Frank mostraron que apuntan alto también en el torneo local, logrando dos triunfos consecutivos en el arranque y dejando una huella significativa en el Etihad Stadium con un triunfo 2-0 ante el Manchester City.
En la primera jornada, los Spurs ya habían dado una señal clara al golear 3-0 al Burnley. Pero la verdadera prueba llegó en la segunda fecha, cuando visitaron al vigente campeón inglés. El equipo londinense, con Cristian «Cuti» Romero portando la cinta de capitán, se plantó firme ante uno de los rivales más temidos. El defensor argentino fue protagonista absoluto, especialmente en el duelo individual con Erling Haaland. El noruego venía de marcar dos goles en el partido anterior contra el Wolves, pero esta vez se topó con una defensa impenetrable comandada por Romero, quien incluso jugó gran parte del segundo tiempo con una tarjeta amarilla.
El desarrollo del partido mostró a un Manchester City dominante en la posesión durante la primera mitad. Los de Pep Guardiola buscaron imponer su estilo habitual, controlando la pelota y generando algunas ocasiones de peligro, como un mano a mano en el que Guglielmo Vicario, arquero del Tottenham, se lució ante Omar Marmoush. Sin embargo, la eficacia fue la clave para los visitantes.
A los 34 minutos, el Tottenham aprovechó una de las oportunidades que generó al contragolpe. Richarlison envió un pase largo que dejó a Brennan Johnson solo frente al arco. El delantero no dudó y definió ante la salida del arquero, poniendo el 1-0 para los Spurs tras la revisión del VAR. El golpe anímico para los locales fue fuerte, y el Tottenham no tardó en aprovecharlo.
En los minutos finales de la primera etapa, una mala salida del Manchester City derivó en la recuperación del balón por parte del conjunto londinense en zona peligrosa. Joao Palinha no perdonó y aumentó la diferencia, asegurando que los de Londres se fueran al entretiempo con una ventaja de dos goles. El City, exigido por su propio estilo, no pudo reponerse antes del descanso.
Ya en la segunda parte, el equipo de Guardiola intentó retomar el control y buscar el descuento, pero se encontró con un Tottenham decidido a defender la ventaja. La presión alta y la intensidad de los visitantes complicaron cada avance del City, que chocó una y otra vez con la solidez defensiva de Romero y compañía. Las oportunidades para cambiar el marcador existieron para ambos, pero entre la firmeza defensiva y las imprecisiones en ataque, el resultado no se modificó.
El pitazo final desató la celebración en el banco visitante y provocó la desilusión de los aficionados locales, muchos de los cuales abandonaron el estadio antes del cierre. La victoria significa mucho más que tres puntos para el Tottenham: representa una declaración de intenciones en la lucha por los primeros puestos y refuerza la figura de Cuti Romero como uno de los mejores defensores del torneo.
Con dos triunfos consecutivos, un equipo que muestra carácter y un capitán argentino que lidera desde la defensa, el Tottenham se ilusiona con dejar atrás las frustraciones del pasado y pelear de igual a igual en la Premier League. El futuro inmediato de los Spurs promete emociones fuertes y, si mantienen este nivel, podrían consolidarse como grandes protagonistas de la temporada.