El Gobierno de Javier Milei presentó ante el Congreso el proyecto de Presupuesto para 2026, con una proyección optimista sobre la evolución de la recaudación tributaria. Según las estimaciones oficiales, los ingresos fiscales experimentarán un salto del 11% en términos reales respecto de 2025, impulsados por una combinación de mayor actividad económica, subas en impuestos clave y mejoras en la administración tributaria.
El Palacio de Hacienda prevé que la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) recaude $90,3 billones por impuestos en 2026, cifra que representa un incremento nominal del 22,5% en comparación con los $73,6 billones proyectados para el cierre de 2025. El cálculo toma como referencia una inflación estimada del 10,1% para el año próximo, lo que deja un aumento real del 11%, según los técnicos del Ministerio de Economía.
Detalle de los impuestos: Ganancias y el IVA a la cabeza
Al analizar los principales tributos, el Impuesto a las Ganancias se destaca con ingresos previstos de $16,5 billones, lo que implicaría un crecimiento nominal del 24,2% y una mejora real del 12,8% tras descontar la inflación. Por su parte, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) aportaría $32,9 billones netos de devoluciones, con una suba nominal del 19% y un incremento real del 8%.
En tercer lugar se ubica el impuesto a los débitos y créditos bancarios, que sumaría $16,4 billones, lo que representa un avance nominal del 19% y real del 10%. Cabe recordar que este gravamen es objeto de debate y figura como uno de los candidatos a ser reducido o eliminado a nivel nacional.
Las retenciones a las exportaciones, otro componente relevante, aportarían $9,9 billones al fisco, con un aumento nominal del 21,7% y real del 11%. Por su parte, los derechos de importación crecerían 29% en términos nominales, hasta los $6,5 billones, lo que se traduce en un alza real del 17%. Esta evolución está alineada con las estimaciones oficiales de mayor dinamismo en las compras externas.
Aumentos notables en impuestos a combustibles y emisiones
Dentro del esquema tributario, dos gravámenes muestran subas especialmente marcadas: los impuestos a las Transferencias de Combustibles Líquidos y a las emisiones de dióxido de carbono. En conjunto, estos tributos pasarán de $1,7 billones a $2,9 billones, lo que implica un aumento nominal del 71% y uno real del 55%. Esta aceleración se explica por la aplicación de aumentos que habían sido suspendidos en años anteriores.
Sin Impuesto PAIS y con superávit fiscal reducido
El presupuesto 2026 no contempla el Impuesto PAIS, que hasta ahora representaba cerca del 1% del PBI, ni la rebaja de Bienes Personales, que tenía un impacto fiscal de 0,3 puntos del PBI. El Gobierno confía en compensar la pérdida de estos ingresos mediante la reactivación económica y una gestión más eficiente de la recaudación.
En cuanto a las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ejecutivo proyecta un superávit fiscal del 1,5% del PBI para 2026, por debajo del 2,2% estimado para este año. La previsión de crecimiento económico también es levemente superior: el PBI aumentaría un 5% en 2026, frente al 4,5% esperado para 2025.
En síntesis, el Gobierno de Milei apuesta a un fuerte repunte de la recaudación para el próximo año, apoyado en la recuperación de la actividad y ajustes en los principales impuestos. Sin embargo, el desafío será sostener el equilibrio fiscal en un contexto de cambios impositivos y demandas sociales crecientes.