El futuro judicial del empresario argentino Federico Andrés Machado, conocido por sus vínculos con figuras controvertidas y señalado por la justicia norteamericana por su presunta participación en una red internacional de narcotráfico, quedó en suspenso tras cuatro años de gestiones para su extradición a Estados Unidos.

El proceso se paralizó debido a una reciente intervención de la Corte Suprema, que remitió al juez federal Gustavo Villanueva, de Neuquén, una presentación de la defensa de Machado. Los abogados del empresario alegaron un cambio en su situación procesal en el tribunal de Texas, el cual debía ser verificado antes de avanzar con la entrega a la justicia estadounidense.

La defensa de Machado presentó un informe mencionando una supuesta sentencia dictada el 23 de enero de 2024 por un tribunal texano, que también incluiría a una colaboradora, Keyleigh Moffet, y que podría incidir directamente en el pedido de extradición. Ante esto, la Corte instruyó al juez Villanueva a solicitar información oficial a través de Cancillería para determinar el alcance real de esa resolución.

Empresario bajo la lupa y conexiones con el poder

La historia judicial de Machado no solo se limita al proceso de extradición. La justicia de Texas lo investiga por su presunta complicidad con una organización dedicada a introducir grandes cantidades de cocaína en Estados Unidos desde países latinoamericanos como Colombia, Venezuela, Guatemala y México, utilizando aeronaves adquiridas de manera fraudulenta.

En la misma causa, Debra Lynn Mercer-Erwin, socia de Machado en un fondo fiduciario, ya habría recibido una condena de 16 años de prisión. El caso se vuelve aún más llamativo por la documentación hallada en los balances del fondo, donde figura un pago de 200 mil dólares realizado al economista y político José Luis Espert en febrero de 2020, poco después de las elecciones. Espert, además, viajó a Puerto Madryn en un avión de Machado meses antes para presentar un libro, lo que suma interrogantes sobre la naturaleza de su vínculo.

Machado también es recordado en el mundo empresarial y judicial por haber vendido un avión al empresario Lázaro Báez, protagonista de causas por corrupción, y a los hermanos Juliá, implicados en el escándalo del «narcoavión» que transportó cerca de una tonelada de cocaína a Barcelona en 2011.

El largo camino judicial

La batalla legal por la extradición de Machado se remonta a 2021, cuando fue arrestado en Neuquén por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y puesto bajo prisión preventiva en Viedma, Río Negro, a la espera de una decisión definitiva. En abril de 2023, el Procurador General de la Nación, Federico Casal, respaldó la postura del titular de la PROCUNAR, Diego Iglesias, quien avaló la entrega del empresario a Estados Unidos. La acusación formal estadounidense lo señala por participar, entre 2012 y 2020, en una asociación ilícita dedicada a la posesión y distribución de grandes volúmenes de cocaína, infringiendo la legislación federal de ese país.

La defensa de Machado viene insistiendo en incorporar al expediente argentino diversas actuaciones de la justicia extranjera, la prueba de polígrafo sobre la veracidad de sus declaraciones, intercambios de correos entre fiscales estadounidenses y su defensa, y citaciones de testigos. Sin embargo, la justicia local considera que estos planteos competen a los tribunales norteamericanos.

Residencias dudosas y acuerdos incumplidos

Un punto central en el expediente es la dificultad para establecer un domicilio claro de Machado. Según el juez Villanueva, el empresario ha presentado múltiples domicilios en Argentina, Estados Unidos y Guatemala, lo que complica cualquier intento de verificar una residencia estable y efectiva. Además, Machado no habría cumplido con las condiciones pactadas con la Fiscalía Federal del Distrito Este de Texas, que le exigían comparecer periódicamente ante la justicia y notificar cualquier cambio de domicilio.

El futuro, en manos de la Cancillería

A la espera de que el Ministerio de Relaciones Exteriores reciba y remita la información oficial solicitada a Estados Unidos, la suerte de Machado permanece indefinida. El caso sigue sumando capítulos, entre argumentos de la defensa, decisiones judiciales y la sombra de sus conexiones con figuras de alto perfil. Por ahora, la extradición del empresario con pasado turbulento y redes que alcanzan a distintos sectores de poder, se mantiene en pausa.