El Gran Premio de Azerbaiyán dejó sensaciones encontradas para el piloto argentino Franco Colapinto. Tras una noche de arduo trabajo junto a su equipo para reparar el auto tras un accidente del sábado, el corredor volvió a demostrar su entrega en la pista. Sin embargo, un incidente con Alex Albon, su ex compañero en Williams, terminó arruinando una carrera que prometía buenos resultados.
Previo a la largada, Colapinto agradeció al equipo por el esfuerzo realizado para poner el A525 en condiciones: «Gracias, chicos, por todo el esfuerzo. Fue una noche larga. Muchas gracias por todo el trabajo duro con el auto. Ojalá tengamos una buena». La moral estaba alta y el objetivo era claro: remontar tras el infortunio previo.
La competencia comenzó de manera auspiciosa para el argentino. En la primera vuelta, logró superar a Oliver Bearman y, tras el relanzamiento provocado por un choque de Oscar Piastri, se impuso ante Lance Stroll. Además, se mantuvo firme ante los ataques rivales, defendiendo su posición con determinación.
El punto de quiebre llegó en la vuelta 17. Tras su ingreso a boxes, Colapinto fue embestido por detrás en la curva 5 por Alex Albon. El golpe no solo le hizo perder el control y realizar un trompo, sino que le costó 12 segundos vitales en pista. Además, el impacto dañó los neumáticos y el alerón delantero, disminuyendo notablemente la carga aerodinámica y, por ende, el ritmo competitivo del auto argentino.
Desde el box, su ingeniero Stuart Barlow buscó mantenerlo enfocado: “Eso fue un mal movimiento de Albon, vamos a enfocarnos”. Sin embargo, la frustración de Colapinto era evidente. “Vamos… no tenía dónde ir…”, replicó el piloto, quien de inmediato solicitó reportar el incidente. La dirección de carrera respondió sancionando a Albon con diez segundos de penalización y la quita de dos puntos en su superlicencia.
La reacción en el box de Williams fue elocuente: James Vowles, jefe del equipo, no pudo ocultar el disgusto al ver la maniobra de Albon, quien había compartido equipo con Colapinto en el pasado. Sin embargo, las consecuencias del toque ya eran irreversibles para el argentino.
Mientras tanto, la carrera continuaba y el equipo intentaba recomponer la estrategia. En la vuelta 37, Pierre Gasly, compañero de Colapinto, ingresó a boxes, lo que permitió al argentino pelear posición con él en pista. Sin embargo, las diferencias de neumáticos favorecieron al francés, que superó a Colapinto en la antepenúltima vuelta.
Finalmente, Colapinto cruzó la meta en el puesto 19, lejos de las expectativas iniciales y sabiendo que el incidente con Albon fue determinante. Al finalizar la competencia, Barlow lo alentó: “No fue nuestro día hoy, amigo. No hiciste nada mal, lamentablemente lo de Albon nos costó mucho tiempo…”. El piloto, resignado pero conforme con su entrega, reflexionó: “Sí, empujé todo lo que pude. Solo que perdí mucha carga aerodinámica. Pero hoy demostré que dí lo mejor de mí”.
El paso de Colapinto por Bakú se resume en esfuerzo, entrega y un desafortunado incidente que lo privó de pelear más arriba. Más allá del resultado, el argentino volvió a dejar en claro su temple y compromiso, esperando que la suerte cambie en las próximas fechas del calendario.