Flavio Briatore, legendario dirigente de la Fórmula 1 y artífice de los títulos de Renault junto a Fernando Alonso, ha puesto en marcha una ambiciosa transformación en Alpine. Tras su regreso al equipo en junio de 2024, el empresario italiano aseguró que la escudería francesa atraviesa un momento bisagra y que el año 2026 marcará un punto de inflexión en su historia.
En declaraciones recientes a la prensa francesa, Briatore no dudó en afirmar que la próxima era será determinante: «En 2026, tendremos un motor igual que los demás. Se acabaron las excusas», señaló con convicción, apuntando directamente a una de las debilidades históricas del equipo.
El presente, sin embargo, está lejos de los objetivos planteados a principio de temporada. Alpine, que venía de finalizar sexto en el Mundial de Constructores 2024, lucha actualmente por no ubicarse último. Briatore reconoció que la expectativa era muy superior a los resultados obtenidos y adjudicó gran parte de las dificultades al motor Renault: «El propulsor es nuestra gran desventaja, sobre todo cuando la diferencia entre los veinte autos ronda apenas un segundo. Dos décimas menos pueden relegarte del sexto al decimoséptimo puesto», explicó.
Consciente de la desventaja técnica, Alpine tomó una decisión estratégica: dejará atrás los motores Renault y apostará por Mercedes de cara a 2026. «Puede que sea mejor o no, pero al menos no tendremos más excusas», subrayó Briatore, quien considera que el cambio es fundamental para devolver al equipo a la pelea por los primeros puestos.
El directivo italiano también reconoció que el equipo ha debido resignar parte de la actual temporada para focalizarse en el desarrollo del nuevo auto y la transición a la nueva motorización. «Alpine no tiene capacidad para desarrollar el coche de 2025 y fabricar el de 2026 al mismo tiempo. Hay que tomar decisiones», confesó.
Pese a los desafíos, Briatore se muestra optimista respecto al futuro. Destacó la solidez financiera gracias al respaldo de Renault y los patrocinadores, la eficiencia del túnel de viento y la calidad del plantel de ingenieros. «Tenemos todo lo necesario para lograrlo y debemos hacerlo», remarcó.
En cuanto a los objetivos deportivos, Briatore moderó sus expectativas iniciales, aunque mantiene la confianza en un salto de calidad: «Podemos subir al podio el año que viene. Tenemos potencial para estar entre los seis primeros, incluso los cuatro si todo sale bien. No volví para hacer turismo», sentenció, recordando su exitoso pasado al frente del equipo.
El futuro institucional de Alpine también fue tema de rumores tras la renuncia del CEO Luca de Meo en julio, desatando especulaciones sobre una posible venta del equipo o la salida de Renault. Sin embargo, el flamante CEO François Provost desmintió esas versiones y reafirmó el compromiso de la marca con la Fórmula 1. Briatore respaldó esta visión: «Provost quiere un equipo competitivo y te garantizo que el año que viene lo lograremos. El objetivo es estar entre los mejores seis o siete. Todo el equipo está muy motivado».
En el plano deportivo, la continuidad de Pierre Gasly está asegurada tras la renovación de su contrato hasta 2028. El piloto francés es considerado por Briatore como uno de los pilares del proyecto: «Es parte de la familia y quiere ganar con nosotros».
La mayor incógnita se centra en quién ocupará la segunda butaca. El argentino Franco Colapinto, tras un inicio de año complicado, comienza a mostrar signos de recuperación a bordo del A525. Ante la consulta sobre su futuro, Briatore indicó que se tomará hasta octubre para decidir, aunque valoró la importancia de la estabilidad: «Normalmente, estabilidad significa mantener a ambos pilotos. Lo esencial es tener un auto competitivo», concluyó.
Con información de AFP.