El escenario político se sacudió luego de que José Bonacci, titular del partido Unite, asegurara que el economista y diputado José Luis Espert le solicitó colaboración para justificar aportes de campaña presuntamente provenientes de Federico «Fred» Machado, un empresario actualmente bajo prisión domiciliaria en Viedma y vinculado a una causa de narcotráfico en Estados Unidos.
En una entrevista radial, Bonacci ofreció detalles sobre la conversación que mantuvo con Espert en 2021, en la previa de la campaña legislativa en la que el economista utilizó el sello Unite. Según relató, Espert lo contactó visiblemente preocupado por la necesidad de justificar un aporte que había recibido. «Me llama un día y me dice: ‘Bonacci, está el tema del avión que nos dieron'», recordó el dirigente, en referencia a una donación que había generado inquietud en el entorno libertario.
Bonacci afirmó que su recomendación fue que Espert declarara que la ayuda provenía del partido Unite y que buscara documentación que respaldara esa versión. «Le dije que presente algún documento donde conste esa donación y que lo use para justificarla ante la Justicia Electoral». Sin embargo, señaló que nunca recibió de parte de Espert un comprobante que avalara el origen de los fondos, algo que calificó como «sorprendente», especialmente debido a que el aporte en efectivo, de 200.000 dólares, le parecía «absurdamente documentado».
El escándalo cobró nueva fuerza luego de que, tras una sesión de la comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados, distintos sectores de la oposición reclamaran que Espert se aparte de su banca para favorecer el esclarecimiento de los hechos. En una entrevista televisiva posterior, el propio Espert evitó responder de forma directa si había recibido o no los 200.000 dólares atribuidos a «Fred» Machado. El empresario en cuestión se encuentra actualmente cumpliendo arresto domiciliario en el país, mientras la Justicia estadounidense lo investiga por vínculos con organizaciones narcotraficantes.
Consultado sobre el alcance de su vínculo con Machado, Bonacci fue categórico: «Nunca lo conocí y Unite sólo se ocupó de la presentación de listas y de la logística de las boletas». El dirigente consideró que Espert actuó «de manera torpe» al aceptar un aporte sin indagar sobre su procedencia, y sugirió que en el entorno del economista primaba por entonces una «ansiedad crematística», es decir, una inclinación a la acumulación de dinero sin mayores reparos sobre su origen o legalidad.
Por su parte, Espert negó rotundamente la posibilidad de abandonar su candidatura. «De ninguna manera, estoy más fuerte que nunca», aseguró el diputado, quien hasta el momento no ha ofrecido explicaciones públicas sobre la documentación de los fondos ni sobre su relación con el empresario investigado.
La polémica se inscribe en un contexto de creciente escrutinio sobre el financiamiento de las campañas políticas en la Argentina, y reaviva el debate en torno a los controles que existen sobre los aportes privados y el papel de los partidos como garantes de la transparencia electoral. Mientras tanto, el futuro político de Espert se mantiene en vilo, a la espera de que la Justicia avance en la investigación y se determinen eventuales responsabilidades.