El esperado enfrentamiento entre River Plate y Palmeiras por los cuartos de final de la Copa Libertadores ya comenzó a generar repercusiones antes de que ruede la pelota. Más allá de los preparativos tácticos de Marcelo Gallardo y Abel Ferreira, las autoridades de seguridad de ambos clubes y de las ciudades de Buenos Aires y San Pablo se encuentran en pleno operativo para garantizar un entorno seguro, tanto dentro como fuera de los estadios.

El primer partido se disputará el 17 de septiembre en el estadio Monumental y la revancha se jugará una semana después, el 24, en el Allianz Parque. La preocupación por la seguridad no es infundada: recientes episodios violentos en el fútbol sudamericano, como los graves incidentes entre Universidad de Chile e Independiente en Avellaneda, el enfrentamiento entre hinchas de Godoy Cruz y Atlético Mineiro en Belo Horizonte, y la accidentada final de la Libertadores entre Boca y Fluminense en Río de Janeiro, encendieron las alarmas tanto en Argentina como en Brasil.

Para evitar que se repitan situaciones similares, desde la semana pasada se intensificaron las reuniones entre los responsables de seguridad de River y Palmeiras y las autoridades de las dos ciudades. Una de las medidas que implementarán es la entrega de la lista completa, con nombre, apellido y número de documento, de todos los hinchas que adquieran entradas. Además, el acceso a los estadios estará reforzado por sistemas de reconocimiento facial, una tecnología que busca identificar a quienes tengan antecedentes violentos y reducir riesgos en las tribunas.

La atención está puesta especialmente en el viaje de los hinchas visitantes. Por el lado de River, se esperan controles rigurosos para los simpatizantes que viajen a San Pablo. La dirigencia millonaria, que venía de llevar 3.000 espectadores al estadio La Huerta de Asunción para el partido con Libertad, deberá conformarse con una cifra menor: Palmeiras anunció que sólo otorgará 2.000 entradas para el duelo en el Allianz Parque, pese a que la dirigencia de Núñez pretendía 4.000 localidades. Sin embargo, esta cantidad cumple con el mínimo que exige la Conmebol para instancias internacionales.

La reciprocidad será clave en esta serie: River también pondrá a disposición de Palmeiras 2.000 tickets para el duelo en Buenos Aires. El Monumental, con una capacidad cercana a los 84.000 espectadores, supera ampliamente a los 44.000 que puede albergar el estadio paulista, lo que explica, en parte, la restricción en la cantidad de entradas para los visitantes. Aun así, el club argentino no pierde las esperanzas de conseguir una ampliación en el cupo, aunque por el momento la postura del club brasileño se mantiene firme.

Los hinchas que logren conseguir su lugar en el Allianz Parque deberán enfrentar un gasto considerable: el valor de cada entrada ronda los 70.000 pesos argentinos, equivalentes a unos 280 reales o 51 dólares. Mientras tanto, Palmeiras ya comenzó a vender paquetes turísticos para sus fanáticos que quieran acompañar al equipo en Buenos Aires.

La organización de la serie River-Palmeiras representa un desafío logístico y de seguridad inédito en la región, marcado por el antecedente de situaciones conflictivas recientes y por el deseo común de evitar nuevas escenas de violencia. Con controles estrictos, intercambio de información y tecnología de punta, el objetivo es que ambos encuentros se vivan en paz y que el fútbol vuelva a ser el protagonista principal.