Ricardo Arjona, uno de los artistas más influyentes de la música latina, anunció su esperado regreso a la Argentina con dos presentaciones en el Movistar Arena de Buenos Aires, programadas para el 1 y 2 de mayo de 2026. Estas fechas forman parte de su nuevo tour, ¡Lo que el Seco no dijo, y prometen ser una experiencia única tanto para sus seguidores históricos como para las nuevas generaciones.
El anuncio llega en un momento de gran éxito para el cantante y compositor guatemalteco, quien acaba de lograr hitos internacionales como agotar dos funciones consecutivas en el icónico Madison Square Garden de Nueva York y cuatro shows en el Kaseya Center de Miami. Además, su tierra natal fue testigo de 23 conciertos sold out en el Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias, consolidando su vigencia y poder de convocatoria global.
En paralelo a la gira, Arjona trabaja en un nuevo álbum que llevará el mismo nombre que el tour. Según confesó, este proyecto discográfico representa uno de los puntos más altos de su carrera artística. Cada show será mucho más que un recital: el artista anticipa una puesta en escena sensorial, con un recorrido por sus grandes clásicos y la energía de sus más recientes creaciones.
La relación de Arjona con el público argentino es profunda. En 2022, ofreció ocho funciones agotadas en el Movistar Arena y, en diciembre de 2023, cerró su gira Blanco y Negro con dos estadios Vélez Sarsfield repletos. Este tour reunió a más de dos millones de espectadores en todo el mundo, ratificando el magnetismo de su propuesta artística.
Las entradas para las dos noches de 2026 estarán disponibles exclusivamente a través del sitio oficial del Movistar Arena. La preventa para clientes Santander Select Amex comenzará el martes 2 de septiembre a las 10 de la mañana, con una ventana de 48 horas o hasta agotar stock. Finalizada esa etapa, se habilitará la venta general utilizando todos los medios de pago, y los usuarios de Santander Amex podrán acceder a seis cuotas sin interés. La organización del evento corre por cuenta de Fenix Entertainment.
De Guatemala al mundo: la historia detrás del artista
Hijo de dos maestros rurales, Arjona creció en una familia que debió recorrer distintas regiones de Guatemala siguiendo los destinos laborales de su padre. Su madre, Nohemí, complementaba los ingresos vendiendo radios a plazos y, tras un grave accidente, debió emigrar ilegalmente a Nueva York para trabajar en una fábrica de peluches y así saldar las deudas familiares. El joven Ricardo, apodado «el Seco» por su entorno, aprendió a tocar la guitarra a los 8 años, guiado por su padre.
Su infancia y adolescencia transcurrieron en un contexto social signado por la violencia en Guatemala, donde más de 250 mil vidas se perdieron en una de las etapas más oscuras del país. Desde temprano, Arjona utilizó la música como un canal de denuncia social, ganando certámenes estudiantiles con composiciones propias que reflejaban la realidad de su entorno. Sin embargo, la preocupación de su madre por los riesgos que enfrentaba lo llevó, en un momento, a perder sus libros y su guitarra: «Te van a matar, patojo», le advirtió ella tras quemar su material.
El compromiso social del artista continúa vigente: a través de su fundación Adentro, construyó en la aldea El Ixcanal—donde se conocieron sus padres—una escuela multidisciplinaria considerada entre las más importantes de Latinoamérica por su impacto y calidad.
Además de la música, Arjona fue maestro, destacó en el baloncesto (tiene el récord nacional de 79 puntos en un partido) y se animó a perseguir su sueño artístico en México, luego de años de rechazos. En Buenos Aires, incluso, cantó a la gorra en la calle Florida antes de lanzar, gracias a un préstamo, Animal nocturno, el disco que lo catapultó al reconocimiento internacional.
Hoy, con más de 80 millones de discos vendidos y una legión de 41 millones de seguidores en redes sociales, Ricardo Arjona sigue llenando estadios alrededor del mundo. Su próxima visita a Buenos Aires será una nueva oportunidad para vivir en directo una experiencia musical que trasciende generaciones y fronteras.