El gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, realizó contundentes declaraciones durante una visita a Comodoro Rivadavia, donde criticó sin rodeos la gestión de las autoridades locales y expuso presuntos casos de corrupción y mala administración de recursos públicos. Torres subrayó la necesidad de enfrentar la realidad y no ocultar los problemas que afectan a la ciudad y sus habitantes.
“Hay momentos donde las cosas hay que decirlas, no podemos esconder la mugre debajo de la alfombra”, afirmó Torres durante una conferencia. Sus palabras resonaron con fuerza al referirse a la situación de Comodoro Rivadavia, especialmente en lo que respecta al uso de fondos públicos y la falta de obras clave para la comunidad.
Uno de los focos principales de su crítica fue el denominado Camino del Ara San Juan, una obra que, según el gobernador, fue llevada a cabo con apuro durante un año electoral y que terminó convirtiéndose en un “desastre”. Torres aseguró que estos proyectos no solo carecieron de planificación adecuada, sino que además significaron un despilfarro de recursos que, hasta el día de hoy, no han beneficiado a la población.
El mandatario chubutense también recordó el difícil contexto que atravesaron cientos de familias en la ciudad durante una emergencia climática, episodio en el que, según detalló, “cientos de familias lo perdieron todo”. En ese marco, denunció que mientras los vecinos sufrían las consecuencias de la catástrofe, se pagaron adelantos financieros para obras pluviales que nunca se ejecutaron. “Se robaron hasta la comida de los perros”, relató, haciendo referencia a la magnitud de la crisis y la falta de asistencia real para quienes más lo necesitaban.
Torres fue enfático al reclamar que los fondos malgastados, así como el dinero que nunca llegó a transformarse en obras o ayuda concreta, sean devueltos a la comunidad. “Ese dinero que se robaron y que malgastaron tiene que volver a los contribuyentes”, aseguró, marcando una postura firme frente a lo que considera un deber de justicia y reparación hacia los vecinos.
El gobernador no solo apuntó contra gestiones anteriores, sino que también dirigió sus críticas al actual intendente de Comodoro, Othar Macharashvili, y al grupo político que, según Torres, gobierna la ciudad desde hace dos décadas. “No hay corrupciones buenas ni corrupciones malas. Hay mala praxis en la gestión, y eso tiene que tener consecuencias”, sentenció. Para el mandatario, las irregularidades detectadas no pueden quedar impunes ni ser minimizadas bajo argumentos políticos.
Torres advirtió sobre la gravedad de la situación financiera que atraviesa la provincia y la ciudad, remarcando que “en un momento donde estamos raspando la olla, lo único justo es devolverle a los vecinos lo que les sacaron”. Sus declaraciones reflejan el hartazgo de la sociedad ante la falta de resultados concretos y la demanda de mayor transparencia y eficacia en el manejo de los recursos públicos.
La intervención del gobernador se produce en un contexto de creciente reclamo social por el manejo de fondos y la necesidad de respuestas claras por parte de las autoridades locales. Las palabras de Torres parecen marcar el inicio de una nueva etapa de exigencia de cuentas y de presión para que los responsables de las supuestas irregularidades enfrenten las consecuencias de sus actos.
Así, la gestión provincial pone el foco en la transparencia y la recuperación de la confianza ciudadana, reclamando que los fondos públicos sean destinados de manera eficiente y, sobre todo, en beneficio de quienes más lo necesitan.