Griselda Heredia, madre del gendarme argentino Nahuel Gallo, expresó su profunda preocupación por el destino de su hijo, quien lleva nueve meses detenido en Venezuela bajo la custodia del gobierno de Nicolás Maduro. La mujer teme que la política exterior argentina, actualmente alineada con Estados Unidos, agrave la situación del joven y provoque “venganzas” en su contra.
En una entrevista con DNews, Heredia confesó que la única información que ha recibido recientemente es motivo de intranquilidad. «Lo único que yo tuve hasta el momento fue una preocupación inmensa», manifestó al ser consultada por detalles sobre el estado actual de Gallo.
La madre del gendarme considera que el acercamiento entre el gobierno argentino y la administración de Donald Trump, conocida por su enfrentamiento con el chavismo, podría desencadenar represalias contra su hijo. “Cuando el presidente de Argentina se une con todo lo que está haciendo Trump, a nosotros nos agarró el terror de que quieran vengarse con Nahuel o atacarlo de mala manera», expresó Heredia. La desesperación la llevó incluso a comunicarse con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para intentar obtener respuestas sobre la situación de Gallo.
Nahuel Gallo fue detenido el 8 de diciembre de 2024 tras ingresar al país desde Colombia por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander. Su intención era visitar a su esposa y su hijo pequeño, según relató su familia. Sin embargo, tras pasar los controles migratorios, fue apartado por funcionarios venezolanos bajo el pretexto de una “entrevista” y desde entonces permanece incomunicado.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el gendarme argentino no habría recibido asistencia legal ni consular tras su arresto. Mientras tanto, el gobierno de Nicolás Maduro sostiene que Gallo participó en supuestas “acciones conspirativas” y lo vincula con un plan para asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez. El Ministerio Público venezolano formalizó la acusación el 27 de diciembre, afirmando que el detenido estaba involucrado en “acciones desestabilizadoras y terroristas” apoyadas por grupos internacionales de derecha. Sin embargo, la familia de Gallo insiste en que su presencia en Venezuela obedecía únicamente a motivos familiares y rechaza de plano cualquier vínculo con actividades políticas o criminales.
Heredia calificó la situación como una «desaparición forzosa». Al ser consultada sobre la postura del presidente Javier Milei, quien en la Asamblea de Naciones Unidas definió el caso como tal y exigió la liberación inmediata del gendarme, la madre respondió: “Es que exactamente así fue”. La mujer relató la angustia que sintió al oír al propio mandatario argentino reclamar por su hijo en un foro internacional y remarcó la inocencia de Gallo. “Por ir de sus propias vacaciones, merecidas, está detenido tan injustamente, de tan cruel manera porque no hay contacto con él”, lamentó.
La madre también denunció que Gallo permanece aislado, sin posibilidad de comunicarse con su familia ni de recibir asistencia legal. “No lo dejan tener ni un contacto con la familia ni un abogado, nada”, explicó. Solo la confirmación de una prueba de vida arrojó algo de tranquilidad, aunque persisten temores sobre su integridad física y mental. “Había muchas versiones de Venezuela que estaban raptando gente para pedir rescate y eso también preocupa. Demos gracias que han podido dar la prueba de vida”, sostuvo Heredia, recordando el clima de incertidumbre que reinó en los primeros días tras la detención.
Mientras tanto, el caso de Nahuel Gallo sigue generando preocupación en la Argentina, donde familiares y autoridades reclaman garantías sobre su bienestar y el respeto de sus derechos fundamentales. La falta de información y la posibilidad de represalias en el contexto de las relaciones bilaterales entre ambos países mantienen la incertidumbre sobre el futuro del gendarme argentino.