La reciente caravana encabezada por el presidente Javier Milei en Lomas de Zamora volvió a poner en el centro de la escena a la camioneta Ford Ranger blanca en la que se trasladaba el mandatario. Más allá de los incidentes violentos que obligaron a interrumpir la actividad, el vehículo en cuestión acumula un historial llamativo: registra 213 infracciones de tránsito sólo en la Ciudad de Buenos Aires, con una deuda que supera los 41 millones de pesos.

El raid de multas se remonta al año 2019, y la lista es extensa. La infracción más frecuente es el exceso de velocidad, con 138 actas labradas por este motivo. A esto se suman 66 sanciones por circular por carriles o vías prohibidas, incluyendo tránsito rápido, diferenciados y del metrobus. También figuran tres multas por transitar en zonas o carriles restringidos por peso, potencia o tamaño.

Pero el prontuario vehicular no termina ahí. El registro oficial detalla infracciones vinculadas al uso indebido de dispositivos electrónicos al volante, como teléfonos celulares, auriculares o reproductores de video, así como también multas por pasar semáforos en rojo, no identificar adecuadamente al conductor, estacionar en lugares prohibidos o reservados, forzar barreras o evadir el pago de peajes, y desobedecer indicaciones de la autoridad de tránsito. Incluso existen sanciones por circular en días, horarios o bajo condiciones no permitidas.

Este vehículo fue el elegido por Milei para recorrer uno de los bastiones históricos del peronismo en el conurbano bonaerense. Lo acompañaron en la caja de la Ranger su hermana Karina, el diputado nacional José Luis Espert, y Sebastián Pareja, referente de La Libertad Avanza en Buenos Aires. El objetivo de la visita era presentar a los candidatos para las próximas elecciones, tanto provinciales como nacionales.

Sin embargo, la jornada se vio opacada por hechos de violencia. La comitiva oficial avanzaba por la avenida Hipólito Yrigoyen cuando un grupo de manifestantes comenzó a arrojar piedras contra el vehículo presidencial y quienes lo acompañaban. Las agresiones forzaron a Milei y su equipo a abandonar el recorrido antes de lo previsto y buscar refugio en un auto cerrado. José Luis Espert, por su parte, se retiró en una moto.

El trayecto original contemplaba partir desde Temperley y finalizar en la Plaza Grigera, frente al edificio municipal de Lomas de Zamora, donde se había convocado una contramarcha. No obstante, el ataque obligó a interrumpir la caravana a unas veinte cuadras de su destino, en la intersección de Yrigoyen y Laprida.

El propio Milei se refirió a los hechos al día siguiente, durante su participación en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción. El presidente relató el episodio con cierta épica, destacando la «lluvia de piedras» y asegurando que no se dejará amedrentar.

Como consecuencia de los disturbios, la policía detuvo a Thiago Florentín, militante del Movimiento Teresa Rodríguez, acusado de arrojar objetos contundentes contra la comitiva presidencial. También fue retenido José Marcelino Dabrowsky, señalado por bloquear el paso de la caravana al ubicarse frente a la camioneta. Ambos recuperaron la libertad horas después.

Además, el Gobierno nacional identificó a Diego Martín Paz, a quien señalan como barrabrava disidente del club Arsenal, con derecho de admisión vigente por antecedentes en 2017 y 2021.

Mientras el debate público se centra en la seguridad presidencial y la escalada de hostilidad política, la Ford Ranger blanca sigue sumando kilómetros y polémicas, arrastrando consigo un historial de infracciones y deudas impagas que supera los 41 millones de pesos.