En el escenario político de Neuquén y Río Negro, la figura de Gabriela Muñoz ha empezado a ganar protagonismo ante la posibilidad de ocupar una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Este cambio se produciría si Nadia Márquez, actual presidenta de La Libertad Avanza (LLA) en Neuquén, logra un escaño en el Senado tras las elecciones del 26 de octubre. En ese caso, Muñoz, quien es la primera suplente en la lista, asumiría el puesto en la Cámara Baja.
Muñoz, actualmente a cargo de la oficina de ANSES en Cipolletti, se prepara para lo que sería su debut legislativo a nivel nacional. Su experiencia hasta ahora se ha centrado en la gestión pública, aunque su llegada al organismo previsional estuvo rodeada de controversias por su escasa formación en el área, hecho que generó cuestionamientos sobre su idoneidad para ocupar cargos de mayor responsabilidad política.
Su historia política es atípica para el ambiente argentino. Antes de involucrarse en La Libertad Avanza, Muñoz era prácticamente una desconocida en el ámbito público. Su primer contacto con la política ocurrió en Buenos Aires, cuando participó en una edición del popular programa televisivo La Voz Argentina. Fue allí donde coincidió con Javier Milei, quien entonces comenzaba a ganar notoriedad por sus apariciones mediáticas y su discurso disruptivo dentro del espacio liberal.
La relación entre ambos se consolidó a partir de su afición compartida por la música, la cual fue el puente para que, a través de redes sociales, Muñoz se sumara al incipiente movimiento libertario. Su vínculo con Milei se fortaleció en diversos eventos de campaña, incluyendo actividades junto a José Luis Espert. Al regresar a Neuquén, Muñoz se dedicó a organizar la rama juvenil de La Libertad Avanza en la provincia, convirtiéndose en una de las referentes más visibles del espacio en la región del Alto Valle.
Desde su puesto en la ANSES de Cipolletti, Muñoz ha intentado imprimir una impronta de renovación en la gestión, aunque no ha estado exenta de críticas. Diversos sectores señalaron su falta de trayectoria y preparación técnica como un obstáculo, especialmente ahora que podría dar el salto al Congreso Nacional.
En declaraciones recientes, Muñoz ha esbozado algunos de los proyectos que impulsaría en caso de acceder a la banca. Entre sus prioridades figuran el fomento de prácticas empresariales sostenibles y la imposición de sanciones a quienes transgredan normas ambientales. Estas propuestas buscan insertar en la agenda libertaria una visión que combine el desarrollo económico con la responsabilidad ecológica. Además, ha manifestado una actitud conciliadora dentro de la fuerza política, comprometiéndose a generar consensos y sumar voluntades en lugar de profundizar divisiones entre los militantes.
El posible ingreso de Muñoz al Congreso ha generado opiniones divididas en el ámbito político y social. Por un lado, sus seguidores destacan su energía y capacidad de movilización, al tiempo que valoran su cercanía con los líderes nacionales del espacio. Por otro, no faltan quienes cuestionan su formación y experiencia, especialmente en comparación con los desafíos que implica representar a la región en el Poder Legislativo.
De concretarse el reemplazo, Gabriela Muñoz podría convertirse en una de las voces jóvenes que buscan renovar la política argentina desde una perspectiva liberal. Su particular recorrido, desde los escenarios televisivos hasta los pasillos del Congreso, pone de manifiesto los cambios en la forma en que nuevos actores llegan a ocupar lugares clave en la vida pública nacional.