El Gobierno nacional determinó este jueves prorrogar por 120 días adicionales la intervención en Casa de Moneda Sociedad Anónima Unipersonal, ratificando en su cargo al interventor Pedro Daniel Cavagnaro. Así lo establece el decreto 615/2025, publicado en el Boletín Oficial, una decisión que busca asegurar la finalización de un complejo proceso de reorganización iniciado el año pasado.
La extensión de la intervención responde a la necesidad de completar el traspaso de diversas áreas operativas que anteriormente dependían de Casa de Moneda a distintos organismos del Estado. Este proceso, que comenzó en 2024, ha implicado una reestructuración profunda del histórico organismo encargado de la impresión de billetes y valores, con impacto directo en la administración pública.
Reasignación de funciones estratégicas
Entre las modificaciones más relevantes figura la transferencia del servicio de trazabilidad impositiva, que pasó a la órbita de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Asimismo, la responsabilidad de confeccionar pasaportes fue asignada al Registro Nacional de las Personas (Renaper), mientras que la gestión de la billetera virtual quedó a cargo de la empresa estatal Arsat.
Estos cambios forman parte de una estrategia gubernamental para especializar funciones y optimizar recursos, aunque han supuesto desafíos logísticos y administrativos significativos. Según los informes presentados por Cavagnaro ante el Poder Ejecutivo, el traspaso de personal y equipamiento resultó considerablemente más complejo de lo esperado, requiriendo más tiempo y coordinación para garantizar la continuidad de los servicios y una transición ordenada.
Un proceso de transformación institucional
Casa de Moneda experimentó una modificación crucial en diciembre de 2024, cuando se constituyó formalmente como una sociedad anónima unipersonal. No obstante, la entidad mantiene entre sus tareas principales la impresión de billetes, la producción de especies valoradas y la provisión de impresos especiales tanto para organismos públicos como privados. Estos servicios, considerados estratégicos para la economía y la administración estatal, continúan bajo la órbita de la intervención mientras se completa la reorganización.
El decreto que prorroga la intervención subraya que la transición requiere de «mayor tiempo para garantizar una transición ordenada», especialmente en lo referente a la transferencia de recursos humanos y tecnológicos. Las autoridades apuntan a concluir el proceso en el plazo fijado, asegurando que cada uno de los organismos receptores disponga de los medios y el personal necesario para asumir las nuevas competencias sin afectar la prestación de servicios clave.
Perspectivas y próximos pasos
Con la continuidad de Pedro Cavagnaro al frente de la intervención, el Gobierno busca terminar una etapa de reformas institucionales que impactan en áreas sensibles como la emisión de documentación oficial, la seguridad fiscal y la gestión digital del Estado. El éxito de este proceso será determinante para definir el futuro de Casa de Moneda y su rol dentro de la estructura estatal argentina.
La prórroga de la intervención evidencia la magnitud y complejidad de las transformaciones en curso y anticipa un seguimiento detallado de los avances en cada área transferida. En los próximos meses, la atención estará puesta en la capacidad de las nuevas entidades responsables para gestionar sus funciones, al tiempo que se espera la normalización de las operaciones y el cierre definitivo de la etapa de intervención.