Un informe reciente de NielsenIQ (NIQ) revela que, aunque el consumo masivo en Argentina mostró señales de recuperación en el primer semestre de 2025, todavía no logra alcanzar los niveles observados en 2017. La canasta de bienes de consumo masivo (FMCG) creció apenas un 1,2% entre enero y junio, y se proyecta que cierre el año con un alza del 3% en 2025. Sin embargo, varias categorías fundamentales siguen entre un 35% y un 40% por debajo de las cifras registradas hace siete años.
El informe, titulado “Tendencias ARG H1 2025”, detalla que la reactivación del consumo ha sido impulsada principalmente por el interior del país. Durante el segundo trimestre de 2025, el 85% de las categorías analizadas experimentaron crecimiento fuera del área metropolitana de Buenos Aires (GBA), donde solo el 48% mostró avances. Entre los sectores que lideran esta recuperación se destacan los alimentos no básicos, bebidas sin alcohol, productos de limpieza y el rubro cosmética.
Pese a estos avances, el consumo en términos históricos permanece en niveles muy bajos. “Estamos viendo un rebote, pero todavía con un consumo muy deprimido en términos históricos”, advierten desde NIQ, subrayando que la mejora registrada solo representa una recuperación parcial frente a la fuerte contracción experimentada en 2024.
El estudio también señala el impacto de la caída del ingreso disponible en los hogares más vulnerables. En julio, estos ingresos descendieron y acumulan una baja del 10% desde el inicio de la gestión de Javier Milei, lo que limita la capacidad de compra de una parte importante de la población.
Supermercados y promociones, la clave de la reactivación
Uno de los factores que explican el repunte en los supermercados es la intensificación de las promociones. Actualmente, casi un 30% de la facturación en el segmento de FMCG proviene de productos en oferta. Las categorías que apostaron fuertemente por las promociones crecieron un 7% en volumen interanual, mientras que las que no lo hicieron sufrieron una caída del 6%.
El regreso de las primeras marcas (Tier 1) contribuyó a este fenómeno, mientras que las marcas propias estabilizaron su participación en el 14% del total, alcanzando al 76% de las categorías disponibles. Paralelamente, el canal tradicional compuesto por almacenes, kioscos, farmacias y perfumerías, mantiene su crecimiento gracias a las marcas de precio (Tier 3) y a una oferta ajustada a la realidad económica de los consumidores.
Autocervicios en retroceso, mayoristas y e-commerce en ascenso
En contraste, los autoservicios continúan perdiendo protagonismo y han registrado más de 1.700 cierres desde 2019. Por otro lado, el canal mayorista muestra un crecimiento sostenido, especialmente en los rubros de Limpieza y Cosmética, mientras que el comercio electrónico sigue liderando en términos de ritmo de expansión.
De cara al futuro, Solana Alvarez Fourcade, directora de Customer Success de NIQ Argentina, sostiene que “el consumidor argentino de 2025 reconfigura sus hábitos en busca de valor y oportunidades”. Según la especialista, las promociones se consolidan como un elemento central en el canal moderno, mientras que la flexibilidad del canal tradicional y el avance del e-commerce serán determinantes para sostener la recuperación.
Con una inflación que muestra mayor estabilidad, NIQ anticipa que la dinámica de las promociones seguirá siendo crucial para estimular el consumo. Además, el desarrollo del canal tradicional y el fortalecimiento del mayorista aparecen como piezas clave para consolidar una recuperación que, hasta ahora, apenas comienza a vislumbrarse.