La selección chilena sub 20 tuvo el estreno soñado en el Mundial juvenil organizado en casa, al superar por 2-1 a Nueva Zelanda en un Estadio Nacional colmado por 45.000 hinchas. El encuentro, disputado este sábado, marcó el cierre de la primera jornada del Grupo A, en una competencia que se extenderá hasta el 19 de octubre y que ya está dejando grandes emociones tanto dentro como fuera del campo de juego.
El partido fue tan vibrante como sufrido para los locales. Lautaro Millán, mediocampista ofensivo nacido en Argentina pero nacionalizado chileno, rompió el cero a los 54 minutos. Sin embargo, la tranquilidad duró poco: a cinco minutos del final, Nathan Walker, extremo neozelandés, igualó el marcador de penal, silenciando por un momento al público local. Cuando parecía que el debut terminaría en empate, el defensor Ian Garguez encontró el gol del triunfo en el último suspiro, desatando la euforia en las tribunas y sellando un inicio victorioso para la ‘Rojita’.
«Esperamos mucho este debut, llevamos más de dos años preparándonos», expresó Felipe Faúndez, lateral chileno, emocionado tras el encuentro. El apoyo masivo de la hinchada fue clave para los dirigidos por el cuerpo técnico local, que ahora comparten la cima del Grupo A con Japón, que lidera por mejor diferencia de gol luego de imponerse 2-0 a Egipto. En ese encuentro, los nipones se llevaron los tres puntos gracias a goles de su capitán Rion Ichihara (de penal) y del delantero Hisatsugu Ishii, también en el Estadio Nacional.
La jornada inaugural también se vivió con intensidad fuera de Santiago. En el Estadio Elías Figueroa, en Valparaíso, Ucrania derrotó 2-1 a Corea del Sur, con tantos de Hennadiy Synchuk y Oleksandr Pyshchur. Kim Myung-jun descontó para los asiáticos. A la misma hora, Paraguay se quedó con una victoria ajustada 3-2 sobre Panamá, con goles de Alexandro Mendieta, Enso González y Tiago Caballero para los guaraníes, mientras que Martín Krug y Giovany Herbert anotaron para los centroamericanos. Con estos resultados, Paraguay se posiciona al frente del Grupo B.
La ceremonia de apertura, sencilla pero emotiva, tuvo como figura central a la cantante pop chilena Shirel, quien interpretó la canción oficial del torneo, «El Alma en la Cancha», acompañada por espectáculos de baile y malabares con el balón. El ambiente en el estadio fue inmejorable, con la hinchada chilena entonando el himno nacional incluso después de que la música se apagara, en una muestra de pasión y orgullo local.
La cita contó con la presencia del presidente Gabriel Boric, quien asistió junto a su hija de tres meses. «La alegría linda del deporte se toma nuevamente nuestro país. Comienza la Copa Mundial Sub20 de la FIFA y le damos la bienvenida al mundo!», escribió el mandatario en redes sociales, reflejando el ambiente festivo que se vive en Chile.
Para la selección anfitriona, este torneo representa más que una competencia: es la oportunidad de revivir la hazaña del tercer puesto conseguido en 2007, que dio origen a la llamada ‘generación dorada’ con figuras como Alexis Sánchez y Arturo Vidal. En un contexto donde la selección mayor atraviesa un difícil presente tras la peor Eliminatoria de su historia, el Mundial Sub 20 aparece como el escaparate ideal para descubrir a los nuevos talentos que puedan devolver la gloria al fútbol chileno.
Sin embargo, el certamen está marcado por la ausencia de varias de las principales promesas mundiales, ya que muchos clubes optaron por no ceder a sus jóvenes figuras. Así, nombres como Lamine Yamal (Barcelona), Franco Mastantuono (Real Madrid) o Estêvão (Chelsea) brillan por su ausencia, al igual que los 100 juveniles más valiosos según Transfermarkt. Aun así, el torneo será la plataforma para otros talentos emergentes como el brasileño Pedrinho, el argentino Ian Subiabre, el español Jan Virgili y el mexicano Gilberto Mora.
Con el arranque vibrante y una hinchada volcada, Chile sueña en grande y el Mundial Sub 20 promete ser un semillero de emociones y nuevas figuras para el fútbol internacional.