La Casa Blanca se prepara para una redefinición de la política monetaria de Estados Unidos, ya que el presidente Donald Trump evalúa reemplazar a Jerome Powell como titular de la Reserva Federal, una decisión que, según funcionarios cercanos, podría demorarse varios meses hasta concretarse. El proceso, que se encuentra en etapas iniciales, mantiene en vilo a los mercados y a la comunidad financiera internacional, atentos al futuro liderazgo del banco central más poderoso del mundo.
El mandato actual de Powell se extiende hasta mayo de 2026. Sin embargo, desde hace semanas circulan versiones sobre su posible salida anticipada, alimentadas por los roces crecientes entre la administración Trump y la Reserva Federal. Las diferencias se han intensificado, con el presidente expresando públicamente críticas y amenazas de despidos hacia miembros del directorio de la Fed.
En este contexto, el asesor económico principal de Trump, Kevin Hassett, señaló que la selección del próximo titular llevará tiempo y que aún no hay una decisión tomada. «Yo esperaría que esto se alargue unos meses más antes de que el presidente decida quién dirigirá la Fed», declaró Hassett en una reciente entrevista con CNBC. Esta demora se debe, entre otros factores, a las entrevistas que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, está manteniendo con distintos candidatos potenciales.
Uno de los nombres que ha cobrado fuerza es el de Christopher Waller, actual gobernador de la Reserva Federal. Waller ya mantuvo reuniones con miembros del equipo de Trump, quienes, según trascendió, quedaron impresionados con su perfil, aunque aún no ha tenido un encuentro directo con el presidente. Su eventual designación sería analizada minuciosamente por los mercados, ya que la independencia política del titular de la Fed es un atributo central para garantizar la lucha contra la inflación y la estabilidad financiera.
Otro candidato que estuvo en consideración fue el propio secretario del Tesoro, Scott Bessent. Sin embargo, el presidente Trump descartó esta opción, remarcando la preferencia de Bessent por continuar en su cargo actual. «Me encanta Scott, pero él quiere quedarse donde está. Está haciendo un gran trabajo y prefiere seguir en el Tesoro», afirmó Trump en una entrevista televisiva.
La lista de posibles sucesores incluye también a Kevin Warsh, exgobernador de la Reserva Federal, y al propio Kevin Hassett, actual director del Consejo Económico Nacional y asesor clave de la Casa Blanca. Ambos han manifestado públicamente su apoyo a políticas de recorte de tasas de interés, una estrategia que Trump impulsa desde su regreso a la presidencia. «Ambos Kevins son muy buenos y tengo otras dos personas que también lo son», señaló el mandatario, aunque evitó revelar la identidad de los otros candidatos en consideración.
Trump resumió el proceso diciendo: «Creo que será una de las cuatro personas», indicando que la definición todavía no es inminente y que se tomará el tiempo necesario para evaluar a los postulantes.
El clima en la Reserva Federal se ha tornado aún más tenso tras la amenaza pública de Trump de destituir a Lisa Cook, una de las gobernadoras del banco central, a raíz de una denuncia por presunto fraude hipotecario. El miércoles, el presidente instó a Cook a renunciar, aunque la Fed no emitió comentarios al respecto. La acusación, presentada por William Pulte, director de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda, sostiene que Cook habría falsificado documentos bancarios y registros de propiedad para obtener condiciones crediticias más favorables.
Estos movimientos refuerzan el interés del presidente Trump por conformar un equipo alineado con sus políticas económicas, en un contexto de desafíos internos y externos para la economía estadounidense. La definición del nuevo liderazgo en la Reserva Federal será clave para el rumbo financiero del país en los próximos años.