El gobierno suizo está explorando opciones para mitigar el impacto del arancel del 39% impuesto por Estados Unidos a sus productos, uno de los más altos impuestos por la administración Trump. Este gravamen, que entró en vigor recientemente, ha tomado por sorpresa al país europeo.
La presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter, ha manifestado su apertura a que figuras influyentes como el tenista Roger Federer o el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, actúen de manera informal para influir en el mandatario estadounidense, Donald Trump. La iniciativa surgió de algunos políticos suizos, quienes sugirieron a Infantino como potencial mediador, recordando la presencia de Trump en la final del Mundial de Clubes en Nueva Jersey.
Aunque la negociación oficial está en manos del Ejecutivo suizo, Keller-Sutter no ve inconveniente en que celebridades intervengan de manera informal. En una entrevista para la emisora Tele Zueri, la presidenta suiza afirmó: “Si personalidades que lo conocen tienen una conversación con él, no estamos en contra”.
El uso de figuras públicas en diplomacia no es nuevo. Un precedente se dio en mayo cuando el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, viajó a Washington acompañado de golfistas destacados para mejorar las relaciones comerciales entre ambos países, aunque los resultados no fueron inmediatos.
Mientras las conversaciones diplomáticas oficiales continúan, Suiza mantiene firme su postura de no ceder ante presiones económicas. Keller-Sutter ha aclarado que no pagarán “ningún precio” para lograr un acuerdo, después de que un pacto previo fuera rechazado por Trump en una llamada telefónica con las autoridades suizas.
La expectativa es concluir las negociaciones en octubre, pero el gobierno suizo no descarta que sus embajadores más carismáticos puedan aportar un impulso extra en el proceso. Suiza confía en que la diplomacia oficial logrará una reducción del arancel, aunque la intervención informal de sus figuras más reconocidas podría ser un factor adicional en la estrategia.