El colectivo musical texano Snarky Puppy, referente mundial del jazz fusión y la experimentación sonora, regresa a Buenos Aires para dos esperadas presentaciones este viernes 5 y sábado 6 de septiembre en el complejo C Art Media, en el barrio porteño de Chacarita. El reencuentro con el público argentino, que los ha acompañado en cada paso de su evolución artística, promete nuevas sorpresas y reafirma la conexión especial entre la banda y la audiencia local.
Liderados por el bajista Michael League, Snarky Puppy se caracteriza por un formato grupal dinámico que puede contar hasta con 19 miembros sobre el escenario. Su música, difícil de encasillar, es el resultado de una búsqueda constante: «Tenemos 21 años de experiencia despertándonos cada mañana y pensando ‘¿Qué podemos hacer diferente hoy?'», cuenta League. Esa inquietud los llevó tanto a reinventar colaboraciones históricas, como la reciente reedición junto a la Metropole Orkest de Holanda, como a internacionalizar su propio festival, el GroundUp, que tuvo su primera edición fuera de Estados Unidos en junio pasado, en Alberobello, Italia.
El éxito de esa experiencia inspiró a League a pensar en nuevos destinos para el festival, y Argentina ocupa un lugar prioritario en su lista de deseos: «Me encantaría que las próximas dos sedes fueran Japón y Argentina», confiesa el bajista. No es casualidad. Snarky Puppy ha cultivado una relación única con Buenos Aires, desplegando diferentes facetas en cada visita, desde shows con la energía del pogo jazzero en Niceto, CC Konex y Luna Park, hasta una noche a medida en el Teatro Colón en 2017, sin olvidar presentaciones de menor escala, como las de League junto al pianista Bill Lawrence en el Café Berlín de Villa Devoto.
«El público argentino es el más enérgico y entusiasta del mundo. ¡Estamos deseando volver!», afirma League, quien reconoce que esa respuesta es parte esencial de la vitalidad del grupo. Para Snarky Puppy, la evolución permanente no es un objetivo en sí mismo, sino una consecuencia natural de su mentalidad colectiva y su curiosidad. «Crecer, evolucionar y desafiarnos está integrado en el ADN de la banda», explica el líder, quien también reflexiona sobre el equilibrio entre la formación académica y el desarrollo personal en la música: «Ir a la escuela te da herramientas y una comunidad, pero hay que tener claro qué hacer con eso. No se trata solo de buenas notas».
La multiplicidad de influencias es otra marca registrada de Snarky Puppy. Aunque muchas veces periodistas y público han intentado definir su estilo, League asegura que nunca buscaron ser «indefinibles»: «Solo queremos crear música significativa e interesante para nosotros. Eso hace que la música nunca quede en un molde específico». Entre los artistas que admira por su capacidad de conmover y desafiar al oyente, League menciona nombres como Björk, Radiohead, Prince, Michael Jackson, Beck, David Bowie, St. Vincent, Peter Gabriel y, en el plano local, a Juana Molina, a quien destaca por su creatividad.
Lejos de creer que el público solo puede apreciar lo simple, League sostiene que «la capacidad emocional de la gente para comprender cosas profundas, en masa, es mayor de lo que creemos». El grupo también reconoce la influencia de géneros como el hard rock, no tanto por la estética, sino por la «energía emocional» que transmite: «Muchos de nosotros crecimos escuchando Soundgarden, Nirvana, Pearl Jam y Led Zeppelin, y eso se filtra en nuestra música».
Parte del secreto de Snarky Puppy radica en su apertura: «Todos en esta banda somos curiosos. Cuando viajás por el mundo con personas así, explorar la música local y compartir con otros músicos se vuelve parte de nuestra cultura. Aprendimos mucho de músicos de diferentes tradiciones». Así, cada paso y cada show en Buenos Aires suma una nueva capa a la historia compartida entre la banda y sus seguidores argentinos, que una vez más esperan ser sorprendidos por la potencia y la libertad creativa de Snarky Puppy.