En el corazón de San Pablo, una de las ciudades más agitadas de Sudamérica, River Plate se juega su destino en la Copa Libertadores. El equipo de Marcelo Gallardo enfrenta este miércoles a Palmeiras, con la obligación de revertir la derrota 2-1 sufrida en Buenos Aires. Para seguir en carrera, los de Núñez necesitan ganar por al menos un gol para forzar penales, o por más de uno para avanzar directamente a la siguiente ronda.
La llegada del plantel argentino estuvo marcada por el aliento de cientos de hinchas que coparon el aeropuerto y las inmediaciones del hotel. Se estima que unos 2.000 simpatizantes millonarios estarán presentes en el Allianz Parque, bajo un fuerte operativo de seguridad. Sin embargo, el clima de fiesta contrasta con la incertidumbre futbolística que atraviesa el equipo.
River llega a esta instancia inmerso en un mar de dudas. No solo perdió el primer duelo ante Palmeiras, sino que también viene de una derrota en el torneo local ante Atlético Tucumán, donde los suplentes mostraron un nivel inferior al esperado. Esta situación dejó a Gallardo sin demasiadas certezas sobre qué formación utilizar para intentar la remontada.
El técnico analiza si mantener la línea de 3/5 defensores, como en la ida, o volver al 4-4-2 que dio mejores resultados en el segundo tiempo de ese partido. «En el segundo tiempo se vio un equipo con una cara diferente, esa es la que tenemos que mostrar en Brasil. Hay que estar mentalmente preparados y frescos de ideas», sostuvo Gallardo, que busca aferrarse a la reacción de sus dirigidos en la parte final del último encuentro.
La hinchada, por su parte, apela a la mística y a los recuerdos de gestas pasadas en tierra brasileña. No faltan las referencias al glorioso ciclo de Gallardo, con hazañas como la de 2015 ante Cruzeiro en Belo Horizonte, o la remontada frente a Gremio en Porto Alegre en 2018. Incluso se invoca el curioso ‘índice Alario’: cada vez que el ex delantero millonario convierte un gol en otro club, River suele tener suerte. Esta semana, Lucas Alario marcó para Estudiantes, y el dato no pasó desapercibido entre los supersticiosos.
Desde el otro lado, Palmeiras tampoco llega exento de presiones. Pese a haber ganado las Libertadores de 2020 y 2021 bajo la conducción de Abel Ferreira, el técnico portugués es cuestionado por los hinchas tras perder recientes clásicos ante Corinthians y dejar abierta la serie en Buenos Aires, donde se le critica por los cambios realizados en el segundo tiempo.
El Allianz Parque, estadio donde se disputará la revancha, no viene siendo un fortín inexpugnable para el Verdao en series mano a mano. Desde el triunfo 5-0 sobre Cerro Porteño en 2022, el equipo acumula siete empates consecutivos en esa clase de encuentros, con cuatro clasificaciones y tres eliminaciones. Además, el césped sintético, considerado una dificultad extra, no impidió que River celebrara allí un 2-0 en 2021, aunque en esa ocasión no le alcanzó para avanzar.
El primer tiempo de la ida mostró a un Palmeiras superior, pero el fútbol tiene espacio para las sorpresas, especialmente cuando enfrente está un River que, aunque golpeado, suele encontrar respuestas en los momentos más difíciles. La incógnita está planteada: ¿podrá Gallardo reinventar a su equipo y lograr una nueva noche épica fuera de casa, o será Palmeiras el que imponga su jerarquía continental?
En medio del caos urbano de San Pablo y las dudas futbolísticas, River deberá buscar claridad y fortaleza para seguir soñando con la Libertadores. La cita está marcada. El desenlace, abierto.