En un giro inesperado, el Gobierno argentino reestableció las retenciones a las exportaciones agrícolas apenas alcanzado el cupo de USD 7.000 millones. La medida, que había permitido una breve exención impositiva, duró apenas dos días y fue aprovechada principalmente por un reducido grupo de grandes empresas agroexportadoras.
Según datos de la firma Fyo, tan solo 11 compañías concentraron casi la totalidad de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) registradas durante el lapso en que rigió el esquema de retenciones cero. Las principales beneficiadas fueron Bunge y LCD, que superaron los dos millones de toneladas embarcadas cada una. Le siguieron COFCO, Viterra y Cargill, cuyas presentaciones oscilaron entre 1,8 y 1,3 millones de toneladas.
Otros jugadores destacados, aunque con volúmenes menores al millón de toneladas, fueron Molinos, AGD, CHS, Amaggi, ACA y A.D.M. Esta concentración revela el dominio de unas pocas firmas en el sector exportador de granos y derivados.
Soja, el producto estrella
Al analizar los productos exportados, el complejo sojero se llevó la mayor parte. Se declararon ventas por 2,69 millones de toneladas de poroto de soja, 4,72 millones de toneladas de harina y 905.110 toneladas de aceite. Estos tres productos representan la mayor parte de los embarques que no estarán alcanzados por los derechos de exportación, al haber sido registrados durante la vigencia de la exención.
El trigo ocupó el segundo lugar en el ranking de DJVE, con 1,77 millones de toneladas declaradas. De ese total, 890.000 toneladas corresponden a la nueva cosecha, con embarques previstos para diciembre.
Presión de Estados Unidos y regreso de las retenciones
La repentina vuelta de las retenciones está vinculada a las exigencias del gobierno de Estados Unidos. En el marco del anuncio de un importante paquete de asistencia financiera para la Argentina, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, remarcó la necesidad de poner fin a las exenciones fiscales para los exportadores de materias primas que generan divisas. El pedido de Washington fue determinante para que el esquema de retenciones cero no se extendiera más allá del 31 de octubre.
Esta breve ventana de exención fiscal generó gran movimiento en el mercado y permitió el ingreso anticipado de dólares, que ahora el equipo económico liderado por Luis Caputo podría utilizar para reforzar las reservas del Banco Central y dar garantías a los acreedores en la antesala de los vencimientos de deuda previstos para enero.
Críticas y objetivos económicos
La decisión gubernamental fue cuestionada por algunos analistas, como el economista Christian Buteler, quien sostuvo que la baja de retenciones «no fue una medida diseñada para beneficiar a los productores agropecuarios». Según Buteler, el esquema favoreció principalmente a las grandes exportadoras y tuvo como único objetivo generar un flujo adicional de dólares para cambiar las expectativas del mercado, en lugar de impulsar al sector primario.
Por ahora, resta saber si los fondos obtenidos permitirán estabilizar la economía y fortalecer la posición argentina ante sus compromisos externos. Lo que queda claro es que, en apenas 48 horas, las principales cerealeras del país lograron capitalizar una oportunidad única, dejando en evidencia la concentración de poder en el sector y la influencia de factores internacionales en las políticas económicas locales.