La provincia de Buenos Aires enfrenta un escenario económico cada vez más complicado en la antesala de las próximas elecciones. Según datos recientes del Banco Provincia (Bapro), la economía bonaerense acumula seis semanas consecutivas de descenso y, solo en agosto, la contracción alcanzó el 1,4%. Este debilitamiento se produce en medio de un «apretón monetario» impulsado por el Gobierno nacional, una medida orientada a restringir la cantidad de dinero en circulación y que, de acuerdo a especialistas, está impactando notablemente en el consumo y la inversión.
La información surge del nuevo índice PulsoPBA, una herramienta desarrollada por el Bapro que utiliza más de 1.200 datos diarios y tecnología de inteligencia artificial para anticipar la evolución de la actividad económica en la provincia. El objetivo de este sistema es ofrecer una visión adelantada y más actualizada que los indicadores oficiales, que suelen difundirse con dos meses de retraso.
Según PulsoPBA, la cuarta semana de agosto registró una baja del 0,2% en la actividad, un porcentaje idéntico al de la semana previa. Al observar la serie de datos desde mayo, el panorama es claro: la economía provincial viene profundizando su caída tras un breve repunte en abril. Este deterioro no es aislado, sino que forma parte de una tendencia nacional que se ve reflejada con especial crudeza en el distrito más grande del país.
El presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo, brindó detalles sobre las causas y consecuencias de esta situación en una reciente conferencia. Según explicó, la eliminación de ciertos instrumentos de gestión de liquidez (conocidos como Lefis) y el aumento de los encajes bancarios contribuyeron a una «trayectoria de inestabilidad». Esta volatilidad, sumada a la decisión del Banco Central de dejar las tasas de interés sujetas a la oferta y demanda de liquidez, generó incertidumbre entre ahorristas y empresas, desincentivando tanto el consumo como la inversión.
Una de las señales más preocupantes es la fuerte caída en los créditos. El propio Bapro indicó que los adelantos en cuenta corriente y el descuento de documentos para empresas se redujeron cerca de un 10%. Esta retracción en el financiamiento impacta de lleno en la actividad productiva y comercial, profundizando las dificultades para que la economía provincial logre recuperarse en el corto plazo.
Cuattromo también expresó su sorpresa por el momento en el que se decidió modificar la política monetaria, ya que, según sus palabras, los datos oficiales mostraban una tendencia descendente en la inflación. «Si bien se justifica la medida como una forma de disciplinar precios, parece más bien una decisión vinculada a la política cambiaria en el contexto electoral», afirmó el titular del banco estatal bonaerense.
El deterioro de la economía no solo afecta a las empresas, sino que también golpea con fuerza a las familias. El banco detectó un aumento en la morosidad de los hogares, especialmente en el uso de tarjetas de crédito. Muchas familias, según Cuattromo, están recurriendo a los pagos mínimos para solventar compras de alimentos o cubrir servicios básicos, lo que incrementa su endeudamiento y genera «angustia» en los hogares. Este fenómeno anticipa, según el funcionario, mayores dificultades para los sectores más vulnerables en los próximos meses.
El contexto de debilidad económica se da en un momento clave para la provincia de Buenos Aires, que se prepara para decidir sus autoridades en las urnas. El desafío para el oficialismo peronista será intentar sostener la racha de victorias que han conseguido los oficialismos en otros distritos, en medio de un panorama económico que no da tregua y con la preocupación social en aumento.