El empresario cubano-estadounidense Peter Lamelas fue investido oficialmente como nuevo embajador de Estados Unidos en Argentina, en representación del gobierno de Donald Trump. Tras ser ratificado por el Senado estadounidense, Lamelas completó el último paso protocolar con su juramento en Washington y ahora se prepara para arribar a Buenos Aires, donde deberá presentar sus credenciales ante la Cancillería y, posteriormente, ante el presidente Javier Milei.
El anuncio de su asunción fue realizado por la Embajada de Estados Unidos en Argentina a través de sus redes sociales, donde expresaron entusiasmo por la llegada de Lamelas y su futura labor en el fortalecimiento de los vínculos bilaterales. Esta designación coincide con un momento clave en la relación entre ambos países, marcado no solo por el cambio de administración en la Casa Blanca, sino también por los desafíos económicos que enfrenta la Argentina.
La jura de Lamelas se produjo en paralelo a la visita de Javier Milei a las Naciones Unidas en Nueva York, donde el mandatario argentino mantuvo un encuentro con Donald Trump. El expresidente estadounidense manifestó un respaldo contundente a la gestión de Milei, lo que repercutió favorablemente en los mercados argentinos, que atraviesan semanas de inestabilidad financiera. Esta señal de apoyo fue reforzada por el anuncio del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien confirmó que se negocia un swap de divisas de 20.000 millones de dólares entre la Reserva Federal y el Banco Central de la República Argentina, destinado a cubrir riesgos financieros.
Además, Bessent –estratégico aliado de Trump y del gobierno libertario de Milei– afirmó que Estados Unidos está listo para adquirir bonos soberanos argentinos en dólares y otorgar un importante crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización del Tesoro. Sin embargo, fuentes financieras internacionales advierten que estos apoyos no se materializarían antes de las cruciales elecciones legislativas del 26 de octubre, comicios en los que la administración de Milei se juega su capacidad de gobernabilidad para los próximos dos años.
Lamelas reemplazará a Marc Stanley, el popular embajador designado durante el mandato de Joe Biden. Su llegada genera expectativas y también reacciones en la oposición argentina, particularmente por sus declaraciones previas ante el Comité de Acuerdos del Senado estadounidense. Durante su audiencia de confirmación, Lamelas realizó comentarios críticos hacia la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien señaló por supuestos encubrimientos en el atentado a la AMIA y afirmó que «debe recibir la justicia que merece». Tales afirmaciones provocaron respuestas negativas por parte de sectores kirchneristas y algunos gobernadores.
En las últimas horas, legisladores del Mercosur del bloque kirchnerista, como Gabriel Fuks, Cecilia Nicolini y Franco Metaza, enviaron una carta a la encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, Heidi Gómez. En la nota advirtieron que cualquier préstamo, línea de crédito o mecanismo financiero destinado a la Argentina debe contar, según la Constitución, con la aprobación previa del Congreso Nacional, advirtiendo que cualquier acuerdo que no cumpla con este requisito «carecerá de validez y legitimidad».
Las declaraciones de Lamelas también incluyeron cuestionamientos al federalismo argentino, al señalar que cada provincia tiene la capacidad de establecer acuerdos internacionales, incluso con China, y manifestó su interés en dialogar no solo con el presidente Milei y su círculo más estrecho, sino también con los gobernadores provinciales. «Debemos seguir apoyando la presidencia de Javier Milei para construir una relación más sólida entre Estados Unidos y Argentina», explicó.
La llegada de Peter Lamelas marca una nueva etapa en la política exterior de ambos países, en un contexto de incertidumbre económica y fuerte debate político interno. Su gestión estará bajo la lupa tanto del oficialismo como de la oposición, en un escenario donde la cooperación financiera y el respaldo político de Estados Unidos pueden ser determinantes para el rumbo de la administración Milei.