Max Verstappen, consagrado como el mejor piloto de la Fórmula 1, volvió a demostrar su versatilidad al debutar en carreras de GT3 y lograr la victoria en una de las pistas más exigentes del mundo: el legendario circuito Nürburgring Nordschleife. Esta hazaña se produjo durante la novena fecha de la Nürburgring Langstrecken-Serie (NLS), donde el neerlandés se impuso junto a su compañero Chris Lulham a bordo de una Ferrari 296 GT3, en una competencia que reunió a más de un centenar de autos.
El equipo Emil Frey Racing, encargado de la preparación del vehículo, inscribió la Ferrari con la decoración de Verstappen.com x Red Bull, marcando un hecho inédito. En la carrera, solo diez autos participaron en la categoría principal (SP9), y la ausencia de los equipos Porsche de Falken y Manthey le agregó un matiz particular a la competencia.
Verstappen, que había probado el circuito alemán en mayo bajo el seudónimo Franz Hermann y recientemente obtuvo el Permiso A para poder competir oficialmente en el «Infierno Verde», comenzó la carrera desde la tercera posición y rápidamente se adueñó del liderazgo en la primera curva. Tras la vuelta inicial, ya encabezaba el pelotón, seguido de cerca por el Ford Mustang GT3 #6 y el Aston Martin Vantage AMR GT3 EVO #34.
Durante las primeras vueltas, Verstappen debió lidiar con el intenso tráfico característico de Nürburgring, pero en la cuarta vuelta marcó su mejor tiempo del día: 7m51s514, apenas dos segundos por encima del récord de la serie. Al completar siete vueltas, realizó su primera parada en pits para repostar y cambiar neumáticos, manteniendo una amplia ventaja sobre sus perseguidores.
En su segundo turno al volante, Verstappen amplió la diferencia a más de un minuto antes de entregar el coche a Chris Lulham. El joven piloto británico, habituado tanto a las competencias reales como virtuales, heredó la posición de privilegio y se mantuvo al frente a pesar de los incidentes que provocaron varias banderas amarillas, conocidas como ‘code 60’, reduciendo momentáneamente la ventaja del equipo.
La última hora y media de la carrera fue especialmente desafiante, con varios accidentes que obligaron a neutralizaciones. Un ‘code 60’ en un momento clave hizo que la brecha con el Ford Mustang del Haupt Racing Team #9 se redujera a 24 segundos, pero Lulham supo gestionar la presión y cruzó la meta en primer lugar. El podio fue completado por el Mustang #6, mientras que el Aston Martin #34 finalizó más atrás.
«Fue increíble. El coche estuvo fantástico y pudimos manejar bien el tráfico. No cometimos grandes errores y ganar aquí en mi primera vez es asombroso», expresó Verstappen tras la victoria. Por su parte, Lulham destacó la importancia de la oportunidad y agradeció al equipo por confiar en él para este debut soñado.
La victoria de Verstappen en Nürburgring no solo le otorga un nuevo hito fuera de la Fórmula 1, sino que lo posiciona como un serio candidato para competir en las 24 Horas de Nürburgring en 2026, una de las pruebas de resistencia más prestigiosas del automovilismo mundial. El propio Verstappen manifestó su interés en participar, aunque advirtió que aún necesita más experiencia en este tipo de carreras.
El asesor de Red Bull, Helmut Marko, respaldó la incursión de Verstappen en el automovilismo de resistencia, subrayando su pasión por las carreras y su capacidad para enfrentarse a nuevos retos. «Estoy convencido de que luchará por la victoria en las 24 Horas», afirmó Marko.
Este triunfo en Nürburgring se suma a un septiembre memorable para Verstappen, quien también logró la pole y la victoria en Monza, dominó el GP de Azerbaiyán y superó todas las pruebas necesarias para competir en el legendario trazado alemán. A punto de cumplir 28 años, el neerlandés sigue ampliando su legado y demostrando que su talento trasciende las fronteras de la Fórmula 1.