Stephen King es conocido por su vasta producción literaria y las numerosas adaptaciones cinematográficas de sus obras, aunque la calidad de estas versiones ha sido irregular a lo largo de los años. En este contexto, llega a los cines argentinos «Camina o muere», la esperada adaptación de The Long Walk, novela que King escribió bajo el seudónimo de Richard Bachman mucho antes de alcanzar la fama con Carrie.

La historia de The Long Walk, escrita por King entre 1966 y 1967 durante sus días como estudiante universitario, se publicó años después con el nombre de Bachman. Ahora, el director Francis Lawrence —reconocido por su trabajo en las últimas entregas de la saga Los juegos del hambre— toma el timón de este proyecto, aportando su experiencia en relatos distópicos y de supervivencia.

Las similitudes entre ambas franquicias son notables: ambas se sitúan en un Estados Unidos sometido a una tiranía, donde jóvenes son forzados a participar en pruebas mortales organizadas por el poder. Sin embargo, «Camina o muere» presenta su propio sello: un centenar de adolescentes, supuestamente seleccionados al azar, deben caminar sin descanso. No hay una meta física que alcanzar; la única regla es mantener una velocidad mínima de 5 kilómetros por hora. Quien desacelera durante 30 segundos recibe una advertencia, y tras tres advertencias, la consecuencia es letal: los soldados que los acompañan disparan sin contemplaciones.

El objetivo es tan simple como escalofriante: solo puede haber un ganador, y el premio es cualquier cosa que el sobreviviente desee, sin restricciones ni preguntas. El suspenso se incrementa porque, a diferencia de otros relatos similares, aquí no hay descanso ni respiro para los participantes, ni siquiera para necesidades básicas, lo que eleva la tensión y la desesperación.

En el centro de la historia está Raymond Garraty, interpretado por Cooper Hoffman (hijo del fallecido Philip Seymour Hoffman, recordado por su papel en Licorice Pizza). Garraty, designado como el número 47, irá encontrando aliados —como los personajes de David Jonsson y Ben Wang— y rivales, entre los que se destaca el número 5, encarnado por Charlie Plummer. Judy Greer, reconocida por sus papeles de madre sufrida en otras producciones como Jurassic World, da vida a la madre de Garraty, aportando un matiz emocional al drama.

Uno de los mayores atractivos del film es la presencia de Mark Hamill, eterno Luke Skywalker de la saga Star Wars, quien se pone en la piel del “major”. Este personaje es el encargado de arengar cínicamente a los jóvenes desde su jeep, encarnando la cara más cruel del régimen que los obliga a participar en la marcha.

A diferencia de otras adaptaciones de King, «Camina o muere» logra capturar el espíritu original del escritor, combinando la camaradería entre los protagonistas —al mejor estilo Cuenta conmigo— con un suspenso creciente que mantiene en vilo al espectador a lo largo de sus 108 minutos.

Lejos del terror, el filme se enmarca en el género de suspenso, acompañado de un elenco joven que logra transmitir la angustia y la esperanza que caracterizan a los personajes de King. El guion respeta las reglas implacables del juego, donde cualquier error puede ser fatal y la humanidad de los protagonistas aflora en medio de la adversidad.

La película se estrena en las principales salas de Buenos Aires y el conurbano, incluyendo Cinemark Palermo, Hoyts Unicenter, Cinépolis Recoleta, Houssay, Avellaneda y Merlo, Showcase Belgrano, Norcenter, Avellaneda y Haedo.

En definitiva, «Camina o muere» se posiciona como una de las mejores adaptaciones recientes de Stephen King, proponiendo una reflexión sobre el poder, la resistencia y los límites humanos, y dejando un final inesperado incluso para quienes no conocen el libro original.