El Gobierno nacional implementó una nueva medida en el mercado cambiario que impacta directamente sobre la operatoria de personas físicas. La decisión, anunciada y defendida por el ministro de Economía, Luis Caputo, apunta a frenar lo que en la jerga financiera se denomina el «rulo» con el dólar contado con liquidación (CCL). Según el funcionario, este mecanismo era aprovechado por un grupo muy reducido para obtener ganancias a costa de distorsiones en el sistema cambiario.
Caputo explicó que la resolución busca eliminar la posibilidad de que individuos compren dólares en un mercado y los vendan en otro, generando una ganancia por la diferencia de precios. «Se cortó un kiosco de unos pocos que arbitraban los dos mercados», afirmó el ministro en diálogo con un canal de noticias. Según precisó, son apenas «20 personas» las que se beneficiaban con este tipo de maniobra especulativa, y que ahora verán cerrada esa oportunidad.
La operatoria del «rulo» se volvió especialmente relevante en el contexto de una importante liquidación de divisas por parte del sector agroexportador, que en poco tiempo volcó cerca de 7.000 millones de dólares al mercado. Esta inyección acelerada de oferta podría provocar una caída en las cotizaciones, abriendo la puerta a movimientos especulativos en los mercados financieros, donde las operaciones de compra y venta de dólares mediante bonos requieren un plazo de espera de al menos 24 horas. La diferencia temporal entre las variaciones de precios en el mercado oficial y el financiero habilitaba la oportunidad del «rulo».
Hasta ahora, la regulación impedía que las empresas hicieran operaciones cruzadas entre distintos mercados. Sin embargo, personas físicas aún podían realizar este tipo de transacciones. Las autoridades detectaron que algunos directivos de compañías, actuando como individuos, aprovecharon este resquicio para mover dólares entre mercados y, eventualmente, canalizarlos hacia el exterior. Este fenómeno contribuyó al incremento de la Formación de Activos Externos (FAE), conocido popularmente como «fuga de capitales».
El Banco Central decidió, por lo tanto, extender la restricción también a personas humanas. Desde el equipo económico de Caputo sostienen que la medida es clave para «evitar distorsiones» y cuidar las reservas internacionales, uno de los objetivos centrales que exige el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro de Economía se mostró optimista respecto al impacto positivo de la nueva normativa. Explicó que, tras la implementación de la restricción, el Banco Central logró comprar 1.345 millones de dólares de los 1.745 millones liquidados por el sector agroexportador, es decir, un 77%, frente al 25% que había podido adquirir el día anterior. «Es una buena medida porque favorece a todos los argentinos. Lo hicimos para recomponer aún más las reservas», subrayó Caputo. El funcionario pronosticó que durante los próximos días la autoridad monetaria seguirá fortaleciendo sus arcas gracias a esta iniciativa.
En cuanto a la inflación, Caputo negó que el reciente aumento del dólar haya tenido un traslado inmediato a los precios. «No estamos viendo un aumento de la inflación», aseguró, e insistió en que la situación de la población mejoró desde la asunción del presidente Javier Milei. «A la gente siempre le costó llegar a fin de mes. La comparación justa es con diciembre de 2023. Yo creo que le cuesta menos. Por lo menos, a la mayoría. De hecho, hay 12 millones de argentinos que sacamos de la pobreza», señaló.
Así, el Gobierno refuerza su estrategia de control cambiario en busca de consolidar la estabilidad macroeconómica y cumplir con los compromisos internacionales, mientras apunta a cerrar los caminos que, según sostienen, beneficiaban a un grupo muy reducido y perjudicaban al conjunto de la sociedad.