En un mensaje transmitido por cadena nacional, el presidente Javier Milei presentó los lineamientos principales del Proyecto de Presupuesto 2026, marcando un antes y un después en la narrativa oficialista. Durante los quince minutos que duró su discurso, Milei no solo destacó los desafíos enfrentados en el inicio de su gestión, sino que utilizó una frase que rápidamente se volvió el centro de la conversación pública: “Lo peor ya pasó”.
La expresión, que resonó en todo el país, no tardó en ser asociada con el expresidente Mauricio Macri, quien la utilizó en reiteradas oportunidades durante su mandato, especialmente en el discurso de apertura de las sesiones del Congreso en 2018. Aquella vez, Macri agradeció el esfuerzo de los argentinos y sostuvo que los años más difíciles ya habían quedado atrás, augurando una etapa de crecimiento. El eco de sus palabras permanece aún hoy en redes sociales, donde un tuit suyo de la época sigue circulando como recuerdo de aquel momento político.
Milei, por su parte, reconoció los sacrificios de la sociedad y, en una línea similar a la de Macri, remarcó que las soluciones de fondo requieren tiempo y compromiso colectivo. “Las cosas llevan tiempo, no hay atajos ni fórmulas mágicas”, fue la idea que ambos mandatarios compartieron, aunque con diferentes matices y en contextos económicos distintos. Milei insistió en la necesidad de abandonar el “pensamiento mágico” y el auto-sabotaje, asumiendo que el progreso depende del trabajo y la responsabilidad de todos los argentinos.
El discurso presidencial no tardó en generar repercusiones. Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad y quien también ocupó ese cargo durante el macrismo, respaldó la afirmación de Milei y aseguró que el país logró superar la parte más dura del proceso de estabilización “con paz social”. Según Bullrich, la situación actual difiere de la de 2018, cuando comenzó una etapa de fuerte conflictividad política. “No volvamos atrás, tenemos todo para salir adelante”, instó la funcionaria en declaraciones televisivas.
Sin embargo, la frase elegida por el presidente no fue recibida de manera unánime. En redes sociales, figuras de la oposición y diversos referentes políticos recordaron la historia de la expresión y pusieron en duda su vigencia. Itaí Hagman, diputado y candidato de Fuerza Patria, ironizó al respecto apenas concluyó la cadena nacional, compartiendo el tuit original de Macri y apuntando que “eso sí que nunca se había escuchado”. Axel Kicillof, gobernador bonaerense, calificó la frase como “tristemente célebre” y la ubicó dentro de los lugares comunes de la política argentina. Otros dirigentes, como Esteban Paulón y Gabriela Estévez, sumaron críticas y hablaron de un “macrismo recargado” en la retórica del actual gobierno.
Desde el oficialismo, las voces de apoyo no se hicieron esperar. Sebastián Pareja, referente libertario en la provincia de Buenos Aires, defendió el planteo de Milei y subrayó que el equilibrio fiscal es una política de largo plazo y no un capricho. Lilia Lemoine, diputada nacional, coincidió en que “lo peor ya pasó” y destacó los avances en materia de equilibrio fiscal, reducción de la inflación y ampliación del presupuesto en áreas sensibles como salud, educación y jubilaciones.
El debate en torno a la frase revela, en definitiva, la persistencia de ciertos tópicos en la política argentina y la dificultad de los gobiernos para despegarse de comparaciones con sus antecesores. Mientras Milei apuesta a consolidar su relato y a convencer a la sociedad de que el país ha dejado atrás la etapa más dura, la oposición y buena parte de la ciudadanía recuerdan que las palabras, por sí solas, no alcanzan para revertir expectativas ni para transformar la realidad.