Durante septiembre, la economía argentina experimentó un nuevo repunte inflacionario, según estimaciones de diversas consultoras privadas. Tras varios meses de relativa calma, los precios al consumidor volvieron a superar la barrera del 2%, impulsados por la volatilidad cambiaria y el reciente salvataje financiero estadounidense.
De acuerdo con Eco Go, los precios minoristas aumentaron un 2,3% en lo que va del mes, con incrementos en prácticamente todas las categorías. Rocío Bisang, economista de la consultora, explicó que el alza fue visible especialmente en los alimentos al comienzo del mes, aunque luego se estabilizó, mientras que combustibles, cigarrillos y servicios de comunicaciones también registraron subas. En su análisis, Bisang señaló que, si bien no hubo grandes saltos en categorías aisladas, sí se observaron pequeños aumentos generalizados que terminaron por empujar el índice global.
El sector de alimentos y bebidas, según la consultora LCG, tuvo una suba del 0,9% solo en la cuarta semana del mes. En la comparación de punta a punta, el incremento fue del 2,3%, mientras que el promedio mensual se ubica en torno al 1%. Estos datos marcan un cambio respecto de los meses anteriores, cuando la inflación se mantenía por debajo del 2%.
Otra consultora, PxQ, registró en su índice semanal de precios un aumento del 0,5% en la tercera semana de septiembre, cifra superior a la de semanas previas. Los incrementos más destacados se dieron en bebidas alcohólicas y tabaco, con una suba del 1,7%, impulsada por una escalada del 3,3% en cigarrillos. Además, restaurantes y hoteles mostraron variaciones significativas, donde los hoteles se encarecieron un 5,5%. Si esta tendencia se mantiene, anticipan que la inflación mensual podría ubicarse alrededor del 2,1%.
Analytica, por su parte, también estimó una inflación minorista del 2,1% en lo que va de septiembre, atribuyendo parte del fenómeno a una aceleración registrada en la última semana. Claudio Caprarulo, director de la firma, coincidió en que el repunte estuvo concentrado en los días finales del mes.
El contexto económico estuvo marcado por una notable presión sobre el techo de la banda cambiaria, lo que obligó a una intervención significativa del Banco Central. Este estrés cambiario coincidió con el anuncio del respaldo financiero del Tesoro de los Estados Unidos, en el marco de la gestión de Donald Trump. Ambos factores parecen haber incidido en las expectativas de precios y en la dinámica inflacionaria observada.
Orlando Ferreres & Asociados calculó una inflación acumulada de 1,4% en las dos primeras semanas del mes, aunque su director Fausto Spotorno estimó que el registro mensual completo se ubicará cerca del 2%, dado que las subas más marcadas se dieron al principio del período y luego se atenuaron.
Los pronósticos del mercado también ajustaron sus previsiones. Hace un mes, el consenso recogido por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyectaba una inflación del 1,8% para septiembre, con una tendencia descendente hacia el 1,5% en febrero. Sin embargo, la reciente volatilidad cambiaria y el auxilio de Estados Unidos parecen haber cambiado el escenario.
El próximo lunes 6 de octubre se conocerá el nuevo REM, donde se reflejarán las expectativas actualizadas de los analistas. En tanto, el dato oficial del Índice de Precios al Consumidor (IPC) será difundido por el INDEC el martes 14 de octubre. Si el informe confirma una inflación por encima del 2%, será la primera vez desde el 2,8% registrado en abril, cuando se liberó el cepo cambiario para personas humanas.
Así, septiembre marca un giro en la tendencia de los precios, reavivando el debate sobre la capacidad del Gobierno para contener la inflación en el actual contexto de incertidumbre financiera y volatilidad cambiaria.