En la antesala de una decisión clave de la Reserva Federal (Fed) sobre su política monetaria, los últimos datos de inflación en Estados Unidos generaron nuevas expectativas en los mercados y en el ámbito político. El informe mensual del Índice de Precios Minoristas (IPC), publicado por el Departamento de Estadísticas Laborales (BLS), confirmó que la inflación en agosto se mantuvo por encima del objetivo anual del 2% fijado por la Fed, aunque estuvo en línea con lo que preveían los analistas.
Durante el mes de agosto, la inflación interanual se ubicó en 2,9%, mostrando un leve incremento respecto al 2,7% registrado en julio. La medición mensual arrojó una suba del 0,3%, apenas por encima de las estimaciones del consenso y superior al 0,2% anotado el mes anterior. En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, el indicador marcó un alza de 0,3% mensual y 3,1% interanual, cifras que también coincidieron con las previsiones de los analistas.
Al analizar los rubros que más influyeron en la variación de precios, la categoría de vivienda fue la que más aportó al alza mensual, con un incremento del 0,4%. Por su parte, la energía se encareció un 0,7%, mientras que los combustibles lideraron con un aumento del 1,9%. La división de alimentos experimentó una aceleración, con una suba mensual del 0,46%, el mayor registro desde noviembre de 2022, según destacó la consultora Balanz.
Este panorama se produce en un contexto donde la política monetaria de la Fed está bajo especial atención. A pesar de que el dato de inflación mayorista sorprendió en la jornada previa, los datos minoristas no descolocaron al mercado, que ya anticipaba una leve aceleración. No obstante, la inflación sigue por encima de la meta establecida, lo que mantiene el debate sobre la necesidad de avanzar con recortes en la tasa de interés.
La presión política sobre la Reserva Federal ha aumentado en los últimos meses, con el presidente estadounidense Donald Trump abogando por una rebaja de tasas. En este escenario, el mercado aguarda la próxima reunión de la Fed con una fuerte expectativa de que inicie un ciclo de flexibilización monetaria. Según el relevamiento FedWatch de CME, casi el 90% de los inversores anticipa un recorte de 25 puntos básicos en la próxima decisión, mientras que poco más del 10% prevé una reducción aún mayor, de 50 puntos básicos. Además, las apuestas mayoritarias indican que habría recortes en las tres reuniones restantes de la Fed durante 2025.
Para los analistas, los últimos datos refuerzan la percepción de que la autoridad monetaria se encamina a reducir el costo del dinero en un contexto de inflación todavía por encima de los niveles ideales. Robin Brooks, economista de The Brookings Institution, señaló que el informe del IPC de agosto evidencia un repunte de la inflación, con aumentos generalizados en varias categorías. Sin embargo, para Brooks es casi seguro que la Fed, influida por la presión del gobierno, dará inicio a un ciclo de recortes en su próxima reunión.
En resumen, la reciente publicación del IPC valida la preocupación por la persistencia de la inflación en Estados Unidos, al tiempo que alimenta las expectativas de una inminente baja de tasas. El mercado y los analistas coinciden en que la Fed enfrenta el desafío de equilibrar su objetivo de estabilidad de precios con las demandas políticas y las señales de desaceleración económica. La próxima semana será clave para conocer el rumbo de la política monetaria estadounidense y su impacto en la economía global.