En un clima de alta tensión en el mercado monetario argentino, el Gobierno, liderado por el ministro Luis Caputo y el secretario de Finanzas Pablo Quirno, ha implementado una estrategia audaz con el objetivo de reducir las tasas de interés a corto plazo. La medida clave ha sido limitar las suscripciones a las Letras del Tesoro Capitalizables (Lecap) más cortas en la próxima licitación de deuda.
La licitación, que se llevará a cabo este miércoles, busca renovar vencimientos por casi 15 billones de pesos, en el contexto de un total de 23 billones para todo el mes. El Tesoro ha establecido topes máximos para las Lecaps con vencimientos más cercanos: 3 billones de pesos para la que vence el 12 de septiembre de 2025 y 4 billones para la del 30 de septiembre de 2025. Este límite obliga a los inversores a buscar opciones más largas, como Lecaps que vencen en meses futuros o bonos ajustados por inflación y la tasa Tamar.
El objetivo detrás de esta maniobra es aplanar la curva de rendimientos y aliviar la presión sobre las tasas a corto plazo, que actualmente encarecen el costo de endeudamiento del Estado. Al restringir la demanda por las Lecaps cortas, el Gobierno espera incentivar a los bancos e inversores a optar por plazos más extensos o mantener liquidez en pesos.
No obstante, la estrategia no está exenta de riesgos. Analistas del mercado advierten que, si los bancos deciden acumular liquidez en lugar de extender plazos, el exceso de pesos podría dirigirse hacia la compra de dólares, generando un aumento en el tipo de cambio. La inclusión de bonos dólar linked en la licitación, con precios futuros por encima de la banda cambiaria actual, sugiere expectativas de un posible cambio en el régimen cambiario, lo que podría amplificar la demanda por activos en dólares.
Expertos consultados anticipan un repunte de la inflación en agosto debido a la menor disposición a mantener posiciones en pesos, lo que afectaría negativamente la actividad económica. Además, si la licitación no valida tasas reales altas para instrumentos como Boncer, podría aumentar la volatilidad del mercado y generar dudas sobre la sostenibilidad de la deuda en pesos.
Históricamente, estrategias similares para manejar la deuda han tenido resultados mixtos, con reacciones impredecibles por parte de los inversores. Aunque las Lecaps siguen siendo atractivas por sus tasas positivas en dólares, un fracaso en la estrategia podría erosionar esa confianza y acelerar el ‘carry trade’ inverso.