A dos semanas de la histórica elección legislativa en la provincia de Buenos Aires, el escenario político se encuentra más disputado que nunca. Por primera vez, los comicios bonaerenses se celebrarán en una fecha distinta a la nacional, y tres encuestas recientes anticipan una competencia reñida entre el peronismo unido, bajo el sello Fuerza Patria, y la alianza de La Libertad Avanza y el PRO.
Los sondeos, realizados por Pulso Research, Proyección y CB Consultora Opinión Pública, coinciden en mostrar al peronismo con una leve ventaja, aunque esta diferencia resulta menor que el margen de error de cada estudio. Tal situación configura lo que los analistas denominan un «empate técnico», un resultado tan ajustado que la victoria podría definirse por detalles mínimos.
La elección, prevista para el 7 de septiembre, se perfila como un desafío complejo de anticipar. Además de la inédita separación respecto a los comicios nacionales, el sufragio en Buenos Aires implica la elección en ocho secciones electorales distribuidas en 135 municipios. Esta particularidad abre la puerta a interpretaciones cruzadas: el ganador en la mayoría de las secciones podría no coincidir con quien sume más votos a nivel provincial.
Otro elemento que añade incertidumbre es el alto nivel de ausentismo registrado en elecciones locales previas, junto con el posible impacto del reciente escándalo que involucra a la Agencia Nacional de Discapacidad, tras la filtración de audios que apuntan a presunta corrupción en el Gobierno. Este último factor, según expresan los responsables de las consultoras, podría influir en la motivación del electorado, particularmente entre quienes integran el núcleo más fiel del oficialismo.
Encuestas: diferencias mínimas y escenarios abiertos
El relevamiento de CB Consultora, con 1.215 casos en la provincia, posiciona a Fuerza Patria con el 41,3% de intención de voto, frente al 39,1% de La Libertad Avanza. La diferencia de 2,2 puntos se encuentra dentro del margen de error del estudio, calculado en +/- 2,8%. El análisis por regiones muestra que los libertarios lideran en la Primera Sección Electoral (40,3% contra 38%), mientras que el peronismo amplía su ventaja en la Tercera (51,4% frente a 32,7%). Sin embargo, el promedio general se equilibra gracias a la performance de La Libertad Avanza en las secciones más pequeñas.
Pulso Research, con una muestra de 5.800 entrevistas, arroja una diferencia aún más ajustada: Fuerza Patria logra un 31,58% y La Libertad Avanza un 30,68%. En este caso, el peronismo aparece arriba en ambas secciones principales, aunque la brecha se reduce al considerar el total provincial, debido al desempeño de los libertarios en el resto del territorio.
Por su parte, Proyección, dirigida por Manuel Zunino y con 6.089 casos relevados, sitúa al peronismo con el 38,1% y a La Libertad Avanza con el 37,3%. El margen de error es de apenas +/- 1,24%, lo que refuerza la idea de un resultado abierto e imprevisible.
Factores de incertidumbre: ausentismo y escándalos
Los consultores destacan el posible efecto de los recientes audios sobre corrupción, especialmente en un contexto donde la movilización del electorado parece inferior a la de otros años. Cristian Buttié, de CB Consultora, advierte que el tema está creciendo más de lo esperado y podría erosionar el apoyo de los sectores más leales al oficialismo. Manuel Zunino, de Proyección, señala que el escándalo podría desincentivar al votante «blando» del Gobierno, aumentando el ausentismo más que el traspaso de votos a la oposición.
Según un estudio nacional de Proyección, entre quienes respaldaron a Javier Milei en el balotaje, el 24% está muy al tanto del escándalo, el 55% algo informado y el 21% no lo conoce. Además, un 15% de este segmento considera cambiar su voto a raíz de la controversia, cifra que se eleva a uno de cada tres si se suman los indecisos.
Un resultado imprevisible
En la Casa Rosada y en la gobernación bonaerense reconocen la paridad, e incluso algunos dirigentes admiten que firmarían un empate si eso fuera posible. A pocos días de la elección, la provincia de Buenos Aires se consolida como el epicentro de una pulseada electoral cuyo desenlace es todavía incierto, en un contexto marcado por la desconfianza y la apatía de parte del electorado.