Después de más de veinte años, José Mourinho regresa al fútbol portugués para dirigir al Benfica, marcando su retorno al lugar donde comenzó su carrera como entrenador principal en el año 2000. El experimentado técnico, famoso por sus éxitos en clubes de élite y su fuerte personalidad, se presentó oficialmente ante los medios y ya se prepara para liderar al equipo en los entrenamientos.

El acuerdo entre Benfica y Mourinho se selló el jueves, con un contrato que lo vinculará al club hasta el final de la temporada 2026-27. Sin embargo, ambas partes incluyeron una opción para reconsiderar la continuidad al finalizar la próxima campaña. Este regreso se produce en un contexto de grandes expectativas y cierta polémica, especialmente por el pasado de Mourinho al frente del Porto, equipo al que condujo a la gloria europea en 2004.

Durante su presentación, Mourinho, de 62 años, sorprendió al mostrar una faceta más reflexiva y menos egocéntrica que la que lo caracterizó en sus años dorados. «Hoy pienso mucho más en los demás. Soy el último en la cola. Estoy aquí para servir», expresó, enfatizando que su madurez personal ha modificado su enfoque profesional. El entrenador, que en su primera etapa en Chelsea se autodenominó «el Especial», aseguró que ahora prioriza el bienestar colectivo sobre el individual.

No obstante, el deseo de competir y ganar sigue intacto. «Lo único que no ha cambiado es mi deseo de siempre ganar el próximo partido», señaló Mourinho, quien también dejó claro que su retorno a Portugal no implica una retirada cercana: «Solo me detendré cuando sienta que algo ha cambiado, y hoy siento que tengo más hambre que hace 25 años».

La relación de Mourinho con Benfica es de cuentas pendientes. En el año 2000, apenas duró tres meses al frente del equipo debido a desacuerdos contractuales. Ahora, el entrenador considera un honor regresar: «Ninguno de los otros clubes gigantes que entrené en el mundo me hizo sentir tan honrado y motivado como lo estoy ahora como entrenador del Benfica».

El técnico reconoció que algunos hinchas de Benfica no ven con buenos ojos su llegada, mientras que anticipa una recepción especial en octubre, cuando enfrente al Porto como rival. «El respeto que tengo por ellos y que ellos tienen por mí no cambiará, pero volveré como el entrenador de su mayor rival», afirmó.

Mourinho vuelve a la Champions League después de una ausencia de cinco años, desde que fue eliminado en octavos de final con el Tottenham en 2020. Además de su histórica conquista con el Porto en 2004, el entrenador también levantó la orejona con el Inter de Milán en 2010. Más recientemente, logró la Conference League con la Roma en 2022, aunque su ciclo en el club italiano y su posterior paso por el Fenerbahce turco estuvieron marcados por disputas internas y resultados irregulares. De hecho, su salida del club turco se produjo tras la eliminación a manos del propio Benfica en la fase previa de la Champions.

La llegada de Mourinho a Benfica se da tras una serie de malos resultados del equipo, especialmente la derrota en casa por 3-2 ante el Qarabag de Azerbaiyán en la Champions y un empate ante Santa Clara, que jugó con un hombre menos. Estas caídas precipitaron la destitución de Bruno Lage, decisión tomada por el presidente Rui Costa luego de la desaprobación del público.

Mourinho confesó que la propuesta de Benfica lo sedujo de inmediato: «Ante la posibilidad de entrenar a Benfica, no lo pensé dos veces, en el sentido de que estoy interesado». El técnico ya prepara el debut en la liga portuguesa este sábado ante AVS, mientras que su regreso a la Champions será el 30 de septiembre, nada menos que frente al Chelsea, otro de sus ex equipos.

Con este nuevo capítulo, Mourinho busca escribir una historia diferente en el club donde dio sus primeros pasos, prometiendo entrega y una visión más colectiva, pero sin perder la ambición que lo transformó en uno de los técnicos más laureados del fútbol europeo.