El reciente empate entre Rosario Central y Boca Juniors no solo dejó emociones en la cancha, sino también una intensa polémica fuera de ella. En el centro de las críticas volvió a quedar Ángel Di María, quien regresó hace poco al fútbol argentino y, desde entonces, ha sido frecuentemente cuestionado por diferentes motivos. Esta vez, el foco de la controversia fue el gol olímpico anotado por ‘Fideo’, cuya legitimidad fue puesta en duda a raíz de un video viral que muestra la pelota aparentemente mal ubicada al momento de la ejecución.

El video, que se difundió rápidamente en redes sociales y plataformas deportivas, generó una ola de comentarios, en su mayoría provenientes de hinchas de Boca Juniors y de sectores del periodismo deportivo. Muchos usuarios aseguraron que el tanto de Di María no debió ser convalidado, pues la pelota no habría estado correctamente colocada dentro del cuarto de círculo del córner. El debate no tardó en escalar y, ante la masividad de las críticas, Jorgelina Cardoso, esposa del jugador, salió a responder con dureza desde sus redes sociales.

Cardoso, quien en repetidas ocasiones ha defendido públicamente tanto a su esposo como al club de sus amores, Rosario Central, publicó un mensaje dirigido tanto a los medios como a los simpatizantes ‘xeneizes’. En su descargo, la rosarina ironizó sobre las constantes polémicas que han rodeado a Central desde la llegada de Di María: «Dejen de llorar!!! Antes ‘le regalaban penales’, después ‘Chiqui lo ayudaba’, ahora ‘la pelota mal ubicada’ ¿qué van a inventar después? Que la pelota la maneja alguien de afuera con un joystick?», expresó, dejando en claro su hartazgo ante lo que considera una persecución sostenida.

Desde que Di María volvió a vestir la camiseta canalla, el club ha estado bajo la lupa. Las controversias no han sido pocas: desde la polémica por los dos penales cobrados a favor de Central en las primeras jornadas del campeonato, pasando por las discusiones sobre el calendario de los partidos, hasta la disputa por la presencia del público visitante en el estadio. Incluso el propio Di María tuvo que salir a dar explicaciones en conferencia de prensa tras el clásico frente a Newell’s, buscando poner paños fríos a la escalada de cuestionamientos.

En medio de la efervescencia, la voz de los protagonistas también se hizo oír. Leandro Paredes, referente de Boca Juniors y compañero de Di María en la selección argentina, relató cómo vivió el cruce con su amigo en el campo de juego. «Para mí fue un placer enfrentarlo, disfruté mucho de tenerlo al lado cuando me tocó compartir equipo con él. Es la primera vez que juego en contra y lo disfruté muchísimo. El gol es por la jerarquía que tiene, sino creo que el partido terminaba 1-0», contó Paredes, quien además reveló que, tras el partido, solo charlaron sobre cuestiones personales y familiares, dejando de lado cualquier mención a la jugada del gol.

La controversia sobre el gol olímpico de Di María resume el clima de sospecha y debate que rodea actualmente a Rosario Central y a su figura más emblemática. Mientras la familia del jugador sale a ponerle el pecho a las críticas y los hinchas discuten la legitimidad del tanto, el fútbol argentino suma una nueva página de discusiones sobre arbitrajes, reglamentos y la influencia de los protagonistas dentro y fuera de la cancha.