El presidente Javier Milei realizó una breve y agitada visita a Tierra del Fuego, en el marco de la campaña electoral de La Libertad Avanza (LLA), con el objetivo de respaldar a los candidatos del espacio de cara a las próximas elecciones de senadores nacionales. La visita, sin embargo, estuvo marcada por la confrontación entre militantes libertarios y sectores sindicales y políticos opositores, que protagonizaron manifestaciones y enfrentamientos en Ushuaia.
Acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el mandatario aterrizó en la provincia más austral del país a bordo de un avión oficial, mientras que un Boeing 737 de la Fuerza Aérea trasladó a una comitiva de alrededor de 60 personas, entre funcionarios y efectivos de seguridad. Este despliegue fue criticado por el peronismo local, que cuestionó el costo de los traslados para el Estado.
El principal motivo del viaje fue brindar apoyo a los candidatos fueguinos de LLA, Agustín Coto y Belén Monte de Oca (Senado), y Miguel Rodríguez y Analía Fernández (Diputados). Sin embargo, la llegada de Milei al hotel Albatros, donde se instaló la comitiva presidencial, fue recibida con una protesta de trabajadores metalúrgicos nucleados en la UOM y militantes de ATE. Bajo la consigna «Milei, no sos bienvenido», los manifestantes repudiaron las políticas de ajuste, denunciaron pérdida de empleos y advirtieron sobre el impacto negativo que, según ellos, tiene el desmantelamiento del Estado en la región.
La agenda original contemplaba una caminata del presidente por el centro de Ushuaia junto a militantes libertarios. Sin embargo, ante la posibilidad de mayores incidentes y «escraches», la actividad fue reubicada preventivamente, según informaron desde el partido liderado por Karina Milei. Durante la breve concentración, Milei, megáfono en mano, alentó a sus seguidores y les pidió continuar el esfuerzo por «cambiar la Argentina para siempre».
Desde LLA acusaron al gobierno provincial, encabezado por el peronista Gustavo Melella, y a referentes de Fuerza Patria de promover las protestas, incluso difundiendo supuestos mensajes de funcionarios locales incentivando las movilizaciones. Según fuentes libertarias, los manifestantes portaban piedras, basura y huevos. El oficialismo provincial rechazó esas acusaciones y sostuvo que la caminata se suspendió al no haber logrado Milei una convocatoria significativa, mientras que las manifestaciones opositoras se extendieron por varios puntos de la ciudad.
En el inicio de su jornada, Milei y su hermana visitaron la planta del Grupo Newsan, donde saludaron a trabajadores en medio de otra protesta impulsada por gremios metalúrgicos, quienes expresaron su rechazo a la apertura de importaciones y a los cambios en el régimen industrial fueguino impulsados por el Ministerio de Economía.
En una entrevista radial local, el presidente sostuvo que «no podemos volver al pasado» y planteó que la resistencia a sus políticas proviene de sectores que «tenían negocios» en las gestiones anteriores. Milei defendió su programa económico y aseguró que «la pobreza está cayendo, la indigencia está cayendo, la economía se está recuperando y la inflación va desapareciendo de a poco».
Antes de regresar a Buenos Aires, Milei mantuvo un encuentro con autoridades del sector turístico, entre ellos el presidente del Directorio de la Administración de Parques Nacionales, Sergio Álvarez, y el intendente del Parque Nacional Tierra del Fuego, Marcelo Almirón.
La escala fueguina de la campaña de LLA dejó en evidencia la profunda grieta política y social en la provincia austral, en vísperas de una elección clave para el Senado nacional.