El mes de agosto trajo consigo alertas renovadas sobre la evolución de la inflación en Argentina. A pesar de que el Gobierno nacional considera la desaceleración de precios como uno de sus principales logros, especialistas y consultoras privadas anticipan un posible repunte inflacionario, alimentado por incrementos significativos en rubros clave y un clima de creciente desconfianza social.
De acuerdo a los últimos relevamientos, los incrementos más destacados del mes se dieron en los rubros de Bienes y servicios varios (con un alza del 4,8%), Transporte y comunicación (+2,9%) y Alimentos y bebidas (+2,5%). Si bien los alimentos consumidos en el hogar mostraron una suba de 2,3%, los alimentos consumidos fuera del hogar treparon aún más, alcanzando el 3,2% según la consultora EcoGo. Estos datos consolidan una inflación mensual estimada en torno al 2,1% para agosto, aunque el número podría ajustarse con la evolución de la última semana del mes.
El informe de EcoGo, dirigido por Marina Dal Poggetto, señala que la cuarta semana de agosto registró una marcada desaceleración de los precios de alimentos (apenas 0,3% de incremento frente al 1,1% de la semana anterior). Sin embargo, el repunte en otros rubros terminó sosteniendo el índice mensual por encima del 2%. Entre los aumentos puntuales, destacaron los servicios telefónicos, con una suba semanal de 2,7%, los antihistamínicos (+1,4%) y las computadoras y sus accesorios (+1,3%).
Por su parte, la consultora C&T Asociados detectó una aceleración en la última semana medida, atribuida principalmente a subas en carnes y verduras, estas últimas impactadas por condiciones climáticas adversas. No obstante, el promedio móvil de precios continúa por debajo del 2%, sostuvo la economista María Castiglioni.
En la misma línea, Equilibra proyecta una inflación mensual de 2,1% para agosto, subrayando que en las últimas dos semanas se registraron alzas importantes en verduras, aunque aún resta completar el relevamiento del mes. Las consultoras coinciden en que el salto del dólar oficial, que avanzó un 4,2% en la última semana pero permanece 1,4% debajo del cierre de julio, no se tradujo de inmediato en un «pass through» significativo a precios, lo que fue leído como un dato positivo por el gobierno. Sin embargo, advierten que los efectos de la reciente devaluación y de factores políticos podrían manifestarse recién a comienzos de septiembre.
La perspectiva de un repunte inflacionario se produce en un contexto de creciente desconfianza social. Datos de la Universidad Torcuato Di Tella muestran que en agosto la confianza de los consumidores se desplomó un 13,87% respecto al mes anterior, la mayor caída desde diciembre de 2023. En paralelo, el índice de confianza en el gobierno de Javier Milei descendió un 13,6%, ubicándose en apenas 2,12 puntos, el nivel más bajo desde el inicio de su gestión.
A este escenario se sumó el impacto negativo de denuncias de corrupción, en particular el caso por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) durante la gestión de Diego Spagnuolo, que generó preocupación en los mercados y presionó al alza la cotización del dólar.
De cara a los próximos meses, las consultoras se mantienen cautas. Aunque el promedio de expectativas del mercado que releva el Banco Central prevé que la inflación no supere el 2% en octubre, el panorama está sujeto a la evolución de la economía, el clima político y la reacción de los mercados a eventuales nuevas turbulencias.