Hamilton, el revolucionario musical de Lin-Manuel Miranda que conquistó Broadway y cautivó al público global, finalmente desembarca en los cines de Argentina. La esperada proyección, que ya había estrenado en salas de Estados Unidos el 5 de septiembre, se lanza hoy en más de 70 pantallas argentinas, convirtiéndose en un evento imperdible tanto para amantes del teatro como del cine.
La versión que llega al país no es una adaptación tradicional, sino una filmación en alta calidad de una función en vivo en el icónico Richard Rodgers Theatre de Broadway, realizada en junio de 2016. Detrás de cámaras estuvo Thomas Kail, director original del montaje, quien junto al propio Miranda y un equipo de expertos transformó la experiencia teatral en una película que permite a los espectadores disfrutar cada gesto y matiz de los actores en primer plano.
El fenómeno Hamilton surgió en 2015, primero en el Teatro Público de Nueva York y luego en Broadway, donde desde entonces agota localidades. Los precios de las entradas varían ampliamente, pero la demanda es tal que en la reventa pueden alcanzar los 1.344 dólares por una platea en funciones codiciadas. Incluso las butacas más alejadas arrancan en 99 dólares, pero rara vez quedan disponibles.
La obra narra la vida de Alexander Hamilton, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos, a través de un audaz lenguaje musical que fusiona hip-hop, rap, jazz y blues. Lin-Manuel Miranda, creador y protagonista, retrata a Hamilton como un inmigrante huérfano que se convierte en la mano derecha de George Washington en la Revolución y luego en el primer Secretario del Tesoro estadounidense. La trama no rehúye los aspectos más controvertidos del personaje y la historia del país, incluyendo el primer gran escándalo político sexual de EE.UU., desatado por un romance extramatrimonial.
El impacto de Hamilton fue inmediato e histórico: fue nominada a 16 premios Tony y se alzó con 11, quedando solo uno por debajo del récord de The Producers de Mel Brooks. La popularidad del musical incluso influyó en la decisión del Tesoro de EE.UU. de mantener el rostro de Hamilton en el billete de 10 dólares, cuando existían planes de reemplazarlo.
La filmación que ahora llega a los cines fue una verdadera hazaña técnica: se rodó en tres días, combinando funciones en vivo con tomas adicionales sin público, utilizando más de 100 micrófonos y un arsenal de cámaras móviles y fijas para capturar cada ángulo del espectáculo. Lin-Manuel Miranda destacó que el elenco estaba «mejor preparado que nunca», tras un año entero de funciones antes del rodaje. Para lograr la clasificación familiar PG-13, Miranda accedió a eliminar dos palabras del libreto original.
El camino de Hamilton a la pantalla grande estuvo marcado por la pandemia de COVID-19, que forzó el adelanto de su estreno exclusivo en Disney+ al 3 de julio de 2020, en coincidencia con el Día de la Independencia estadounidense. Ese lanzamiento impulsó las descargas de Disney+ en un 74% en apenas una semana, reflejando el magnetismo del musical.
La producción y filmación costó menos de 10 millones de dólares, pero en febrero de 2020 Disney desembolsó 75 millones por los derechos de distribución mundial, cifra récord para una película de este tipo. Estudios como Warner Bros. y Netflix también pujaron por los derechos, pero fue Disney quien se quedó con el fenómeno.
La influencia de Hamilton se extiende más allá del teatro. Miranda reconoció la inspiración de musicales como Evita y Jesucristo Superstar, y hasta de la saga Harry Potter y la película 8 Mile de Eminem para las batallas de rap. Además, anécdotas como la colaboración de Hugh Laurie en la gestación de la canción «You’ll Be Back» muestran el cruce de talentos detrás del espectáculo.
Con 46 números musicales y un elenco original que incluyó el regreso especial de Jonathan Groff como el Rey Jorge, Hamilton es mucho más que un musical: es un fenómeno cultural que ahora puede disfrutarse en la pantalla grande argentina, a precios muy lejanos de los de Broadway. Una oportunidad única para descubrir por qué esta obra sigue siendo el centro de las conversaciones una década después de su estreno.