El 4 de septiembre de 2014, la música latinoamericana perdió una de sus voces más influyentes. Gustavo Cerati, referente indiscutido del rock en español, falleció a los 55 años tras permanecer internado durante 52 meses en estado vegetativo, consecuencia del accidente cerebrovascular que sufrió en mayo de 2010, luego de un concierto en Venezuela.
La noticia, confirmada por la clínica ALCLA a través de un comunicado firmado por su director médico, Gustavo Barbalace, conmocionó a fanáticos y músicos de todo el continente. Cerati no solo había sido el líder de Soda Stereo, banda emblemática que llevó el rock argentino a toda América Latina, sino que también consolidó una brillante carrera solista caracterizada por la experimentación y la sensibilidad artística.
Un artista integral y perfeccionista
Cerati era mucho más que un cantante. Destacaba como compositor, guitarrista y vocalista, y su profesionalismo se reflejaba en cada obra. Su búsqueda permanente lo llevó a incursionar en nuevos géneros y sonidos, como la electrónica, explorando junto a proyectos como Plan V o en discos como Bocanada. Su inquietud creativa era inagotable y lo impulsaba a reinventarse constantemente, manteniendo siempre una calidad indiscutible en sus trabajos.
En una entrevista de 1999, Cerati confesó que su mayor fuente de inspiración era la adolescencia, esos años de confusión y creatividad. Esa mirada nostálgica se tradujo en letras profundas y melodías innovadoras, que lograron conectar con varias generaciones de oyentes.
Soda Stereo: el fenómeno continental
La historia de Soda Stereo comenzó a principios de los 80, cuando Cerati, junto a Zeta Bosio y Charly Alberti, formó un trío que revolucionaría la música en español. Influenciados por el new wave británico y bandas como The Police y The Cure, conquistaron América Latina en menos de una década, vendiendo más de siete millones de discos y marcando el apogeo del rock argentino en la región.
La despedida de Soda Stereo en 1997, con un mítico concierto en el estadio de River Plate y el recordado «Gracias… totales», fue solo un hasta luego. Diez años después, el grupo regresó para una gira que fue todo un éxito, demostrando el impacto imborrable que dejaron en el público.
Una carrera solista a la altura de la leyenda
Mientras Soda Stereo aún existía, Cerati ya había comenzado su camino solista, que se consolidó con álbumes como Amor amarillo, Bocanada, Siempre es hoy y Ahí vamos. Este último le devolvió la masividad y el reconocimiento popular, con canciones que se integraron al habla cotidiana y festivales multitudinarios a lo largo de América Latina.
Su último disco, Fuerza Natural, presentado en 2009 ante más de 25 mil personas en Buenos Aires, fue una muestra más de su vigencia y creatividad. La gira lo llevó por varios países y sería el cierre de su trayectoria en los escenarios, ya que poco después sufrió el ACV en Caracas que lo dejó en estado vegetativo.
Reconocimientos y legado
A lo largo de su carrera, Cerati recibió múltiples distinciones, entre ellas cuatro Grammy Latinos, tres premios MTV y un Gardel de Oro. Pero su huella más profunda es la que dejó en el imaginario de los fans y en las nuevas generaciones de músicos, que ven en él un modelo de innovación y autenticidad.
En su vida personal, Cerati mantuvo vínculos con figuras del espectáculo y la música, y tuvo dos hijos con la modelo chilena Cecilia Amenábar. Más allá de las luces y la fama, su verdadero legado está en las canciones que siguen sonando y en las frases que millones corean hasta hoy.
La voz de Cerati permanece vigente, inspirando a quienes buscan en la música algo más que entretenimiento: una forma de entender y transformar el mundo.