En medio de un clima político agitado tras la presentación del proyecto de Presupuesto 2026, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, salió a respaldar nuevamente a la administración de Javier Milei frente al escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Las acusaciones surgieron a raíz de grabaciones que involucran al exdirector del organismo, Diego Spagnuolo, y en las que incluso se menciona a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.

Francos, en declaraciones al streaming de BorderPeriodismo, negó la existencia de hechos de corrupción por parte del Ejecutivo. Según el funcionario, hasta el momento lo único que existe son audios de una persona relatando supuestas maniobras irregulares, pero sin pruebas concretas que respalden esas afirmaciones. «¿Esos hechos son ciertos? ¿Este señor está en su sano juicio, ha especulado de alguna manera, ha buscado más influencia? La verdad que no sabemos, ¿hay alguna prueba? La Justicia en estos allanamientos que hizo tan rápido, ¿encontró algo? No tenemos ni idea, pero estamos seguros de que no hubo de parte del Gobierno hechos de corrupción», afirmó Francos.

La controversia, que estalló justo cuando el Gobierno se prepara para una importante contienda electoral en la provincia de Buenos Aires, tensó aún más el clima dentro del oficialismo. Francos consideró que los audios forman parte de «una operación generada para golpear al Gobierno» y enfatizó su confianza en el presidente Javier Milei. «Creo en el Presidente», remarcó al ser consultado sobre las razones de su postura frente a las denuncias.

El jefe de Gabinete también se refirió al cruce que mantuvo con Daniel Parisini, conocido en redes como «el Gordo Dan», a raíz de comentarios del influencer libertario sobre el senador Luis Juez y su hija con discapacidad. Francos restó importancia al episodio, pero destacó que Milei respaldó su reacción. «El Presidente me dijo que había hecho bien en responder, tampoco es algo que queramos magnificar», señaló. Asimismo, criticó el papel de los llamados «operadores de redes» y la influencia de los influencers en la política, asegurando que no le convence ese tipo de metodología. «Las discusiones en redes normalmente son salvajes», advirtió, y puso en duda el valor de estos actores en el debate público.

Mientras tanto, el Gobierno se prepara para una sesión clave en la Cámara de Diputados. Este miércoles, la oposición buscará revertir los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica. Francos anticipó que será una jornada complicada, dada la proximidad de las elecciones y el interés de los legisladores de la oposición en debilitar al oficialismo. «El Congreso está compuesto por políticos que están próximos a una elección que consideran muy importante, entonces van a hacer lo posible por generarle daño al Gobierno, sin pensar que es generarle daño al país», observó.

El jefe de Gabinete admitió que no hay garantías de que el oficialismo logre frenar las iniciativas opositoras, aunque manifestó su esperanza de poder impedir alguna de las votaciones. «No estoy seguro de que podamos lograrlo», reconoció, dejando en claro la incertidumbre que reina en la antesala de la sesión parlamentaria.

La defensa de Francos llega en un momento crítico para el Gobierno, que debe enfrentar no solo la presión de la oposición en el Congreso, sino también el impacto de las denuncias mediáticas y el debate sobre el rol de las redes sociales en la vida política argentina. Mientras se aguarda la apertura del secreto de sumario en la causa que involucra a Spagnuolo, la administración Milei busca sostener su discurso de transparencia y desmarcarse de cualquier vínculo con hechos de corrupción.