El Gobierno nacional decidió mantener, incluso después de las elecciones, un esquema de bandas de flotación para el dólar. Así lo confirmó Federico Furiase, director del Banco Central de la República Argentina (BCRA), quien detalló que la autoridad monetaria continuará interviniendo tanto en el piso como en el techo de la banda cambiaria, buscando que la divisa estadounidense se mueva dentro de un rango previamente acordado y evitar así movimientos bruscos en su cotización.
En declaraciones televisivas, Furiase explicó que la reciente intervención del Tesoro Nacional en el mercado cambiario tuvo como propósito principal inyectar liquidez en un contexto de alta volatilidad preelectoral. Esta decisión fue previamente consensuada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, según el funcionario, no implicó en ningún momento un uso de las reservas internacionales del BCRA.
“Las reservas del Banco Central se mantienen intactas. La intervención del Tesoro se realizó con dólares propios, obtenidos a partir del superávit fiscal y de colocaciones netas en el mercado”, subrayó Furiase. Aclaró además que los dólares utilizados para operar en el mercado provinieron de compras previas realizadas por el Tesoro, y no de las arcas del BCRA.
El director del Banco Central fue enfático al detallar que el Tesoro adquirió hasta el momento unos 3.000 millones de dólares, incluyendo la compra de bonos Bonte: 1.500 millones a un precio promedio de 1.130 pesos y otros 1.500 millones a 1.250 pesos por unidad. Esta “munición”, según Furiase, permite intervenir en el mercado cambiario sin comprometer las reservas internacionales, que han sido objeto de preocupación en los últimos meses.
El contexto electoral y la incertidumbre política generaron, en palabras del funcionario, un “ruido” que derivó en una mayor demanda de dólares. Por eso, el Tesoro decidió intervenir para dotar de liquidez al sistema y evitar saltos abruptos en la cotización. “En rondas recientes vimos que con poco volumen el dólar puede subir rápidamente. Por eso es fundamental asegurar el buen funcionamiento del mercado”, indicó.
La jornada de anuncios oficiales arrancó con un mensaje del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien en la red social X comunicó a las 10:40 horas que el Tesoro comenzaría a operar en el mercado libre de cambios para sostener su liquidez y funcionamiento normal. Minutos después, la cotización del dólar, que se ubicaba en torno a los 1.380 pesos, retrocedió hasta aproximadamente 1.362 pesos.
Fuentes del mercado señalaron que la medida oficial puso en blanco sobre negro lo que ya era un secreto a voces: el Tesoro estaba vendiendo dólares para contener la subida del tipo de cambio. El objetivo de fondo sería evitar que la escalada de la divisa se traslade a los precios y, a su vez, preserve las chances electorales del oficialismo.
No obstante, la estrategia despertó algunas críticas entre operadores financieros, quienes la consideran “incongruente” en un escenario donde las reservas netas del BCRA siguen en terreno negativo. Además, advierten que la venta de dólares por parte del Tesoro podría perjudicar a los bonistas, ya que se reduciría la disponibilidad de divisas para futuros pagos de deuda.
Por el momento, el Gobierno sostiene que la intervención es acotada, coordinada con el FMI y busca mantener la estabilidad cambiaria en uno de los momentos más delicados del año. El futuro inmediato dependerá de la capacidad oficial para equilibrar las necesidades del mercado, las metas fiscales y los compromisos internacionales.