La Fórmula 1 ha puesto recientemente en el centro de la escena a Franco Colapinto, el joven piloto argentino que, a poco más de un año de su debut en la máxima categoría del automovilismo, no deja de captar la atención tanto de fanáticos como de expertos. En una entrevista exclusiva con el periodista Mike Seymour, Colapinto repasó su trayectoria, compartió anécdotas de su infancia y reafirmó su deseo de seguir creciendo en la elite del automovilismo mundial.
Colapinto se definió a sí mismo con tres palabras: “humilde, cariñoso y apasionado”. Esos adjetivos, según el propio piloto, reflejan tanto su carácter fuera de las pistas como su enfoque dentro de ellas. El amor por la velocidad y los motores nació en él desde muy pequeño. “Conducía desde los tres años”, relató, recordando el primer cuatriciclo que recibió como regalo a los cuatro años. Ese fue el punto de partida de una relación inseparable con la adrenalina y los desafíos a pura velocidad.
La pasión por la Fórmula 1 se encendió en Colapinto apenas empezó a ver carreras por televisión, alrededor de los seis años. Pronto, asistir a competencias en Argentina y observar de cerca los autos de turismo y el tradicional TC robustecieron su sueño. “Cuando crecí, pensé: ‘¡Tengo muchas ganas de ir a la F1!’”, confesó. Con esa convicción, decidió mudarse a Europa y embarcarse en la aventura que hoy lo tiene como protagonista en el Gran Circo.
Uno de los momentos más distendidos de la entrevista surgió cuando se le consultó sobre el examen de conducir. Mientras otros pilotos de la categoría necesitaron varios intentos, Colapinto aseguró que aprobó en su primer intento, a los 17 años, aprovechando la normativa argentina que permite obtener la licencia antes que en otros países. “Para mí ha sido fácil”, expresó entre risas.
La amistad también ocupa un lugar destacado en la vida del piloto de Pilar. Colapinto eligió a Gabriel Bortoleto, el brasileño de la escudería Kick Sauber, como su “mejor amigo dentro del paddock”. La relación entre ambos se forjó en los años de karting y se consolidó gracias a la cercanía cultural y la experiencia compartida en la competición. “Ambos somos latinos. Es con quien me siento más cercano”, afirmó el argentino.
Consultado sobre a quiénes invitaría a una cena soñada, Colapinto no dudó en mencionar a tres leyendas de la Fórmula 1: Juan Manuel Fangio, Ayrton Senna y Lewis Hamilton. “Son los pilotos que más admiro, los héroes con los que crecí. Escuchar sus historias y cómo fueron los mejores en diferentes épocas sería fascinante”, explicó, evidenciando su profundo respeto por la historia del deporte.
El punto más emotivo de la charla llegó al recordar su “momento de mayor orgullo” desde que llegó a la Fórmula 1: el octavo puesto logrado en el Gran Premio de Azerbaiyán, en septiembre de 2024, bajo la escudería Williams Racing. “Estar en la Q3 y sumar puntos fue impresionante. No tenía preparación, así que fue un comienzo increíble”, recordó, dejando en claro el significado especial de esa jornada en Bakú.
Colapinto también reveló otros aspectos personales: domina español, italiano e inglés, y se defiende en portugués y francés. De niño soñaba con ser ingeniero y su serie favorita es “Suits”. Pero, por encima de todo, dejó clara su meta para el futuro: “¡Aún aquí, en la F1!”, sentenció al ser consultado sobre dónde se ve dentro de cinco años.
Así, Franco Colapinto representa no sólo una nueva bandera argentina en la Fórmula 1, sino también una historia de esfuerzo, pasión y sueños en marcha, que promete seguir sorprendiendo dentro y fuera de las pistas.