Durante su participación en el programa 540° de Cenital, Elisa Carrió sorprendió tanto a los conductores como a la audiencia al hablar abiertamente sobre su vida privada. La líder de la Coalición Cívica, conocida por su franqueza y protagonismo en la política argentina, compartió detalles inéditos sobre su actual relación sentimental con un hombre de 95 años.

La entrevista comenzó en un tono distendido, cuando María O’Donnell bromeó sobre el vestido violeta que Carrió eligió para la ocasión. Lilita, como la llaman popularmente, respondió entre risas y referencias políticas. Sin embargo, la conversación tomó un giro más personal cuando la exdiputada habló de su salud. Carrió confesó que atravesó un periodo complicado en agosto y que, a pesar de su deseo de encabezar la lista electoral en la Provincia, tanto su estado físico como el consejo de su familia la llevaron a desistir de esa idea. “Fue muy difícil asumir que ya no puedo estar en un cargo público; mi salud no me lo permite y mi familia ya sufrió mucho”, relató.

En ese contexto, Carrió detalló los problemas de salud que enfrentó: “Estuve al borde, no puedo enfermarme más. Otro ACV, otra epilepsia focal podrían ser peligrosos… pero logré salir y ahora estoy bien”. Aun así, explicó que la intensidad y el clima verbal actual en la política la llevaron a priorizar su bienestar.

El momento más inesperado de la noche llegó cuando la exlegisladora decidió abrir una ventana a su vida personal. “Tengo una noticia para contarles: estoy de novia”, anunció con humor. Ante la sorpresa de los periodistas, añadió que su pareja tiene 95 años. “Está muy bien de salud, se infiltró vitamina C en el pelo. Está un poco perdido, pero en mi estado de enfermedad creo que funciona”, comentó con su clásico estilo irónico.

Carrió, que está por cumplir 70 años, no esquivó la diferencia de edad con su pareja, a quien le lleva 25 años. “Es una buena diferencia”, dijo entre risas, ante la incredulidad de O’Donnell, quien se mostró asombrada por la revelación.

Consultada sobre la dinámica de la relación, Carrió explicó que mantienen encuentros semanales: “Nos vemos en una esquina, nos damos un beso y cada uno vuelve a su casa”. La exdiputada enfatizó que el vínculo se basa en la ternura y descartó cualquier otro tipo de contacto, incluso virtual. “Está prohibido comunicarse por Tinder o WhatsApp porque eso genera ansiedad”, sentenció. Además, justificó la reserva del vínculo debido a que su pareja “es muy famosa”, lo que motivó la elección de la discreción y el bajo perfil.

La exposición de este costado íntimo de Elisa Carrió generó revuelo en redes sociales y medios de comunicación, no solo por tratarse de una figura central de la política argentina, sino también por el modo en que abordó temas como la vejez, la enfermedad y el amor en la tercera edad. En un escenario político marcado por el enfrentamiento y la crispación, Carrió optó por mostrar una faceta más humana y frágil, exponiendo sin tapujos los límites que le impone su salud y la importancia de los afectos en su vida actual.