El primer candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires de La Libertad Avanza (LLA), Alejandro Fargosi, decidió no participar del debate de candidatos organizado por el canal TN, programado para el 8 de octubre. La decisión fue confirmada por el comando de campaña libertario, que la justificó en tres palabras: “estrategia de campaña”. Sin embargo, esta inesperada ausencia generó una ola de críticas y especulaciones entre el resto de las fuerzas políticas.
El debate, que se inscribe en la tradicional previa electoral televisiva, había convocado a representantes de todos los espacios. Incluso el oficialismo, que delegó la organización en Carlos Cortés, histórico vocero de Patricia Bullrich, había participado de la reunión preparatoria. Sin embargo, un día después, el equipo de LLA comunicó oficialmente su negativa a concurrir y agradeció la invitación.
La figura de Fargosi, conocido por impulsar proyectos como Ficha Limpia y liderar con comodidad las encuestas, parecía consolidada tras la alianza entre LLA, el PRO y el respaldo explícito de Mauricio Macri y Fernando de Andreis. Pero la campaña enfrenta ahora desafíos inesperados. La implementación de la boleta única papel en la Ciudad y la reciente performance electoral, que dejó a LLA en un cómodo tercer puesto, complican el panorama y generan preocupación sobre la retención de votos en la categoría de diputados, especialmente con Fargosi como cabeza de lista.
En este contexto, la ausencia del candidato libertario no pasó desapercibida entre sus rivales. Ricardo López Murphy, ex ministro de la Alianza y actual aliado de Macri y Bullrich, fue uno de los primeros en ironizar sobre la decisión a través de sus redes sociales. “¿Es real que el señor Alejandro Fargosi se bajó del debate de candidatos? Sería una lástima…”, publicó el economista, quien en el pasado fue elogiado por Javier Milei, pero hoy es blanco frecuente de sus críticas.
El senador radical Martín Lousteau también cuestionó duramente la decisión en la plataforma X, sugiriendo que el equipo de Fargosi había aceptado participar apenas una semana antes y ahora evitaba confrontar públicamente las acciones del gobierno. Maximiliano Ferraro, presidente de la Coalición Cívica, se sumó a las voces críticas calificando la situación como «una vergüenza».
La retirada de Fargosi también impactó en la interna del Frente de Todos en la Ciudad. Desde el entorno de Itai Hagman, principal candidato y hombre de confianza de Juan Grabois, admiten dudas sobre la conveniencia de asistir al debate sin la presencia del postulante libertario, que lidera los sondeos. «No tendría mucho sentido que fuera», reconoció una fuente cercana al peronismo porteño, anticipando que el foco del debate podría trasladarse a la disputa por el segundo puesto.
En TN, los organizadores confirmaron que el evento continuará según lo previsto y replicará la dinámica ágil que caracterizó al debate de candidatos a vicepresidente, donde Victoria Villarruel, compañera de fórmula de Milei, se destacó frente a Agustín Rossi. Sin embargo, la ausencia de Fargosi podría alterar la estrategia de otros candidatos como José Luis Espert, quien busca recortar la diferencia con Jorge Taiana tras el contundente triunfo del peronismo sobre LLA en la provincia de Buenos Aires el pasado 7 de septiembre.
Mientras tanto, la participación de otras figuras clave en los próximos debates aún no está asegurada. El debate bonaerense de la semana siguiente se perfila como una plataforma relevante para el presidente de la comisión de Presupuesto, bajo la lupa tanto de libertarios como de macristas por su falta de penetración en el conurbano. Tampoco hay certezas sobre la asistencia del ex ministro de Defensa y actual candidato de consenso entre kicillofistas y cristinistas, cuya definición podría depender de la estrategia adoptada por LLA y la decisión de Fargosi.
En definitiva, la sorpresiva retirada de Alejandro Fargosi del debate en TN no solo reconfigura el escenario mediático electoral, sino que también revela la complejidad de las estrategias y tensiones internas en un contexto político porteño cada vez más competitivo.