En medio de un escándalo que sacude a la gestión nacional, el Gobierno nacional respondió oficialmente a las acusaciones de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis). Los audios filtrados, que involucran a figuras cercanas al presidente Javier Milei y a su hermana Karina Milei, fueron calificados como parte de una maniobra política en pleno año electoral.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete, fue el encargado de brindar la primera postura pública tras la difusión de los comprometedores audios en los que Diego Spagnuolo, exdirector de la Andis, sugiere la existencia de sobornos y menciona a Karina Milei. Según Francos, los ataques contra la secretaria general de la Presidencia son infundados y responden a intereses ajenos a la verdad.
«Conozco a Javier Milei y a su hermana desde hace muchos años. Estoy convencido de su integridad y de que estas acusaciones son injustas», declaró Francos durante una entrevista radial. El funcionario fue más allá y sugirió que el kirchnerismo busca erosionar la imagen pública del presidente, a quien describió como desinteresado en el dinero y enfocado en la agenda económica del país.
El jefe de Gabinete también minimizó la veracidad de las denuncias, afirmando que «los hechos mencionados en los audios no han sido denunciados formalmente» y que será la Justicia la que determine su autenticidad o posible edición. «Llama la atención que estas acusaciones surjan en este contexto», subrayó, insinuando que forman parte de una estrategia política para dañar al oficialismo.
Francos se refirió además a la relación entre Milei y Spagnuolo, aclarando que el vínculo inicial se gestó a través de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien presentó al exfuncionario a La Libertad Avanza durante la campaña legislativa de 2021. Spagnuolo, posteriormente, se acercó al presidente y solicitó la dirección de la Andis, cargo que Milei consideró apropiado en el armado de su equipo.
Sin embargo, el ministro coordinador puso en duda la autenticidad de los mensajes que involucran a Karina Milei y Eduardo «Lule» Menem, indicando que, según le informaron, ambos dejaron de tener contacto con Spagnuolo desde el año pasado. «Me resulta extraño que haya intercambios recientes de mensajes entre ellos», remarcó Francos, agregando que no comprende los motivos que llevaron a Spagnuolo a realizar tales comentarios y sugiriendo que podrían responder a deseos de mostrarse influyente o a algún enojo personal.
El episodio ganó mayor notoriedad pública tras la denuncia penal presentada por Gregorio Dalbón, abogado vinculado a la expresidenta Cristina Kirchner. Esta acción judicial desencadenó una serie de allanamientos – dieciséis en total – el viernes pasado, en el marco de la investigación sobre las presuntas irregularidades en la Andis.
A pesar de la gravedad de las acusaciones y el despliegue judicial, Francos reiteró que el gobierno se mantiene sereno y convencido de su inocencia. «Todo esto tiene que ver con el contexto electoral, donde cada sector busca sacar ventaja de la situación contra un gobierno que sigue contando con un apoyo popular considerable», aseguró.
Para Francos, la mejor vía para esclarecer los hechos es que la Justicia actúe con independencia. «No tememos a la investigación. Si se prueban delitos, quienes sean responsables deben rendir cuentas ante la ley», sentenció. Sin embargo, reafirmó que, hasta ahora, no existen pruebas concretas que vinculen a Milei o a su hermana con las maniobras denunciadas.
Consultado sobre si percibe una operación política detrás de la difusión de los audios, Francos fue categórico: «Sí, estoy convencido de que esto es parte de una maniobra orquestada desde que salió a la luz. Ya en otro momento de 2024 este tema había sido abordado, aunque sin mayores consecuencias legales».
Mientras la investigación sigue su curso y la campaña electoral suma capítulos de alta tensión, el oficialismo apuesta a la transparencia para despejar dudas sobre la integridad de sus principales figuras.