Las últimas elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires dejaron números que encendieron las alarmas dentro de La Libertad Avanza (LLA). Pese a la alianza tejida con el PRO, el espacio liderado por Javier Milei no logró capitalizar el caudal de votos que en 2023 había sostenido a Juntos por el Cambio como segunda fuerza provincial. Un análisis exhaustivo, sección por sección, revela que casi dos millones de votos –exactamente 1.926.144– que habían apoyado a la coalición opositora en la anterior contienda, no migraron hacia los libertarios en este turno electoral.
Uno de los factores más señalados por los analistas es el alto nivel de ausentismo: según la consultora Aresco, cerca del 40% del padrón decidió no presentarse en las urnas. Esta abstención masiva resultó clave para la caída en la cantidad de sufragios obtenidos por LLA y sus aliados, quienes no pudieron replicar el desempeño de la alianza opositora en 2023, ni recuperar el terreno perdido frente al peronismo.
La Primera y Tercera Sección: epicentro de la derrota
El peso de la debacle libertaria se sintió con fuerza en la Primera y la Tercera sección electoral, regiones que concentran el 70% de los votantes bonaerenses. En la Primera, que abarca el norte y el oeste del conurbano, el candidato de LLA, Diego Valenzuela, fue superado por casi 11 puntos por Gabriel Katopodis, de Fuerza Patria. Allí, los libertarios sumaron 1.039.243 votos, alcanzando el 36,88% de los sufragios. Si bien mejoraron en comparación con la elección ejecutiva de 2023 –cuando obtuvieron 840.345 votos y quedaron terceros–, no lograron atraer a los 641.447 electores que en ese entonces respaldaron a Juntos por el Cambio.
En la Tercera sección, con La Matanza como distrito emblemático, la derrota fue aún más contundente. El candidato Maximiliano Bondarenko cosechó 851.297 votos (28,43%), apenas 68.420 más que en la anterior elección, pero la diferencia con el peronismo fue de más de 25 puntos. Más preocupante aún: de los votos que en 2023 fueron a Juntos por el Cambio (726.652), casi 590 mil no se sumaron ahora a la alianza libertaria.
El retroceso en el resto de la provincia
La tendencia a la baja se replicó en otras secciones, aunque en menor escala debido al peso relativo de sus padrones. En la Segunda, la consolidación de los hermanos Manuel y Santiago Passaglia como tercera fuerza dificultó aún más la tarea del oficialismo nacional. En la Cuarta, la presencia del ex PRO Pablo Petrecca –actual intendente de Junín– con el sello de Somos Buenos Aires, también restó votos al espacio libertario.
Hubo excepciones: en la Quinta sección, Guillermo Montenegro logró imponerse al PJ por cinco puntos; en la Sexta, Oscar Liberman superó al peronismo por siete. Sin embargo, en la Séptima, la de menor peso electoral, LLA obtuvo incluso menos votos que dos años atrás, dejando en evidencia el retroceso en varios frentes.
El saldo final en estas seis secciones adicionales fue de 694.785 votos menos para La Libertad Avanza en comparación con los números de Juntos por el Cambio en 2023. Al sumar la sangría de las dos secciones clave del conurbano, la pérdida total se acerca a los dos millones de sufragios.
El impacto del ausentismo y las alianzas fallidas
De acuerdo con los datos de Aresco, el ausentismo fue el principal culpable. Entre las elecciones legislativas de 2021 y las actuales, la diferencia de participación fue de más de dos millones de electores ausentes. En 2021, sumando los votos de Avanza Libertad, Juntos por el Cambio y las listas separadas (sin Milei), la oposición había reunido más de 4,2 millones de votos, frente a los 2,7 millones que obtuvieron juntos los libertarios y macristas en este último turno.
La falta de una estrategia eficaz para cerrar alianzas y retener votantes, sumada al desinterés de una parte importante del electorado, dejó a La Libertad Avanza lejos de la meta de transformar su capital electoral en poder legislativo. El peronismo, en cambio, consolidó su ventaja y se impuso en la mayoría de los distritos, con diferencias abultadas en los bastiones históricos del conurbano.
El escenario bonaerense plantea ahora desafíos de fondo para la dirigencia libertaria, que deberá repensar su vínculo con los socios del PRO y buscar mecanismos para recuperar a los votantes desencantados, si pretende disputar la hegemonía del peronismo en la provincia más populosa del país.