Este domingo, el fútbol argentino vivirá un acontecimiento histórico: Ángel Di María y Leandro Paredes se enfrentarán por primera vez en suelo nacional, en un duelo que no se daba desde hacía casi tres décadas. Ambos, integrantes del plantel que levantó la Copa del Mundo en Qatar, protagonizarán el primer choque entre campeones mundiales argentinos en la liga local desde 1997.
La última vez que dos jugadores con la medalla dorada se midieron en el país fue el 6 de agosto de 1997. Aquel día, Jorge Burruchaga defendía la camiseta de Independiente y Oscar Ruggeri la de San Lorenzo, en un partido que terminó con victoria para el Ciclón. Tras ese encuentro, hubo una prolongada ausencia de campeones del mundo enfrentándose en las canchas argentinas.
El presente los encuentra a ambos en equipos emblemáticos: Di María volvió a Rosario Central para el Clausura 2025, después de una larga y exitosa carrera en Europa, mientras que Paredes regresó a Boca Juniors, el club que lo vio nacer futbolísticamente. Su reencuentro tiene también un tinte especial, ya que, pese a haber compartido vestuario en el Paris Saint Germain (74 partidos) y la Juventus (24 partidos), así como en la Selección (36 partidos juntos), nunca antes se habían enfrentado como rivales ni en Argentina ni en Europa.
El contexto de este duelo remite a otras épocas doradas del fútbol argentino. En 1978, tras la primera consagración mundialista, la mayoría de los jugadores campeones continuaron su carrera en el país, lo que favoreció múltiples cruces entre ellos en el torneo local. Sin embargo, el primer enfrentamiento entre campeones del 78 no se produjo inmediatamente, sino el 7 de agosto de ese año, cuando Ricardo Lavolpe (San Lorenzo) y René Houseman (Huracán) se vieron las caras en el clásico de barrio, que terminó con triunfo para el Ciclón.
Ocho años después, tras la gesta en México 86, quince futbolistas del plantel campeón jugaban en la Primera División argentina. Sin embargo, los primeros choques entre ellos también se hicieron esperar. No fue sino hasta la tercera fecha del torneo 86/87 cuando Independiente y Talleres pusieron en cancha a varios campeones de México y de 1978. Más adelante, en la octava fecha, Argentinos e Independiente alinearon a seis campeones mundiales entre ambos equipos.
Con el paso del tiempo y la emigración sostenida de figuras argentinas hacia las ligas europeas, los cruces entre campeones del mundo se volvieron una rareza. De hecho, tras el retiro de los últimos representantes de 1986 en la liga local, el fútbol argentino debió esperar hasta 1997 para ver un duelo entre campeones, y luego hasta este 2025 con el regreso de Di María y Paredes.
En los últimos años, los casos de campeones del mundo actuando en el país han sido escasos. Franco Armani, arquero de River, es el único que seguía en la liga argentina tras la conquista en Qatar. En el pasado reciente, llegaron también Germán Pezzella, Gonzalo Montiel y Marcos Acuña. Sin embargo, River aún no se midió con Rosario Central ni con Boca, por lo que el partido entre Di María y Paredes marcará un hito que trasciende lo futbolístico: representa el regreso de la elite mundialista al torneo local.
Si bien en 2014 se produjo un curioso cruce entre campeones del mundo de diferentes selecciones —David Trezeguet (Francia 1998) en Newell’s y Mauro Camoranesi (Italia 2006) en Racing—, el choque de este domingo tiene un valor sentimental y simbólico mucho mayor para los hinchas argentinos. Di María y Paredes, compañeros de mil batallas, ahora estarán en veredas opuestas, reeditando una tradición que parecía perdida para el fútbol nacional.