El panorama laboral en Argentina atraviesa uno de sus momentos más complejos desde la salida de la pandemia. Durante el primer trimestre de 2025, el país registró el mayor nivel de desempleo desde 2021, alcanzando un 7,9%, lo que equivale a cerca de 1,8 millones de personas sin trabajo. Este incremento se da en un contexto de estancamiento económico, pérdida de poder adquisitivo y falta de creación de empleo de calidad.
De acuerdo a datos del INDEC, más de 8,8 millones de trabajadores –el 41,8% de los ocupados– se desempeñan en la informalidad. De este universo, 5,5 millones son asalariados sin aportes y 3,3 millones son independientes no inscritos en monotributo o régimen autónomo. La informalidad viene en aumento desde 2015, cuando representaba el 32%, y ahora, en 2025, ya trepa al 36% entre los asalariados.
En contraste, el empleo asalariado formal casi no ha mostrado crecimiento desde 2011, una consecuencia directa del estancamiento económico. Según estudios del exMinisterio de Desarrollo Productivo, por cada 1% de crecimiento del PBI, el empleo formal en empresas solo crece un 0,7% (alrededor de 50.000 puestos registrados), lo que explica la escasa generación de empleo registrado en la última década.
Recortes y despidos: la respuesta empresarial
Una encuesta de la plataforma Bumeran revela el clima de incertidumbre entre las empresas: el 66% de los especialistas en Recursos Humanos admitió haber realizado despidos durante el primer semestre del año. Entre las compañías que achicaron su plantilla, el 36% lo hizo por necesidad de reducir costos. Mirando hacia adelante, el 31% de los responsables de recursos humanos prevé nuevos recortes de personal en lo que resta de 2025.
Las perspectivas de recuperación tampoco son alentadoras. Más de la mitad de los profesionales consultados consideran que el mercado laboral evolucionará de manera «regular» en el segundo semestre, mientras que aumentan las previsiones negativas: el porcentaje de quienes esperan un escenario «malo» o «muy malo» subió del 29% al 30%, y solo el 23% apuesta por una mejora, frente al 31% que lo hacía en 2024.
Salarios en retroceso y pluriempleo en alza
El deterioro del poder adquisitivo es otro de los problemas centrales. Desde noviembre de 2023, los salarios registrados sufrieron una caída real del 5,5%. La situación es más grave entre los empleados públicos, quienes perdieron un 14,3% de su poder de compra en ese período, mientras que los privados experimentaron una baja del 0,6%.
La pérdida de ingresos llevó a un crecimiento del pluriempleo: según la Universidad Nacional de San Martín, la proporción de trabajadores con más de un empleo subió del 8% en 2013 al 12% en 2024. Además, el aumento de empleos en plataformas digitales –sin regulación ni derechos laborales claros– suma presión sobre el mercado, en el que cada vez más personas buscan alternativas para mejorar sus ingresos.
Proyecciones económicas a la baja
La falta de dinamismo del empleo formal se enmarca en un contexto de expectativas económicas recortadas. Consultoras privadas como LCG, Equilibra, Econviews y EcoGo anticipan un crecimiento del PBI inferior al 5% para 2025, con estimaciones que oscilan entre el 4% y el 4,5%. Gonzalo Carrera, economista de Equilibra, advierte que el escenario podría deteriorarse aún más en los próximos meses, con una economía prácticamente estancada hacia fin de año.
Por otro lado, la volatilidad de las tasas de interés y el aumento de la morosidad limitan el otorgamiento de crédito al sector privado, lo que refuerza el carácter defensivo de las empresas y restringe aún más la creación de empleo de calidad.
Un mercado laboral bajo presión
En suma, el mercado de trabajo argentino enfrenta un círculo vicioso: el estancamiento económico y la caída de los salarios impulsan el desempleo y la informalidad, mientras las empresas mantienen una actitud cautelosa ante la falta de perspectivas de crecimiento. Aunque la tasa de empleo mostró una leve mejora en el segundo trimestre, según CP-Consultores, esto se explica más por el congelamiento de la economía –menos renuncias y menos contrataciones– que por una verdadera recuperación.
Con la publicación del dato oficial de desempleo del segundo trimestre prevista para septiembre, economistas y especialistas anticipan que el mercado laboral continuará bajo presión, con escasas oportunidades de mejora a corto plazo.