Este lunes 29 de septiembre, los aeropuertos de todo el país serán escenario de asambleas convocadas por los empleados de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), quienes exigen al Gobierno nacional una mejora salarial y condiciones laborales dignas. La protesta, impulsada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), busca visibilizar el impacto que la pérdida del poder adquisitivo y la precarización tienen sobre el sistema aerocomercial argentino.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, fue enfático al advertir que la reducción de personal y el deterioro de las condiciones laborales ponen en jaque la seguridad de los vuelos. «Actualmente, la capacidad de control en 21 aeropuertos está significativamente limitada debido a la falta de personal suficiente», expresó Aguiar a través de sus redes sociales. Además, denunció que la ANAC no cumple con auditorías internacionales y que esta situación genera una crisis grave en el sector.
Aguiar también apuntó contra los funcionarios responsables de la gestión, a quienes acusó de «negligencia e irresponsabilidad» por mantener congelados los salarios, flexibilizar las condiciones laborales y aplicar recortes presupuestarios. Según el dirigente sindical, estos factores no solo afectan directamente a los trabajadores, sino que también ponen en riesgo a los usuarios del sistema aerocomercial, al incrementar el estrés y la carga de trabajo sobre el personal operativo.
Desde el gremio sostienen que las demoras o interrupciones que puedan producirse en los vuelos durante las asambleas serán consecuencia directa de la falta de respuesta oficial. «Las eventuales demoras serán exclusiva responsabilidad del Gobierno», insistió Aguiar, al tiempo que reclamó la reapertura de las negociaciones paritarias para recomponer los salarios y revertir el daño causado en los últimos años.
El malestar entre los trabajadores de la ANAC se origina en la fuerte caída del poder adquisitivo. Marcelo Belelli, coordinador nacional de ATE en el organismo, detalló que el salario promedio ronda entre 1.100.000 y 1.200.000 pesos, valores que, en muchos casos, están por debajo de los ingresos de quienes deben ser fiscalizados por la entidad. «Más de la mitad de los 1500 empleados de la ANAC se ven obligados a asumir múltiples tareas dentro de la entidad o buscar empleos adicionales para llegar a fin de mes», señaló Belelli, quien también remarcó que cerca de 400 empleados han dejado la institución en los últimos dos años, ya sea por jubilación, despido o migración al sector privado, donde los salarios son más competitivos.
La convocatoria de este lunes tiene como principal objetivo definir una fecha para una posible medida de fuerza mayor, en respuesta a la pérdida del 45% del poder adquisitivo experimentada durante los últimos dos años. «La situación se agrava con el incumplimiento de auditorías internacionales, lo que refleja el deterioro generalizado en la gestión y la falta de respuestas a las necesidades de los trabajadores», enfatizó Belelli.
En este contexto, los empleados de la ANAC insisten en que sus reclamos no solo buscan una recomposición salarial, sino también garantizar condiciones de seguridad y funcionamiento óptimas en los aeropuertos del país. La jornada de asambleas se presenta como una advertencia sobre el impacto que la falta de inversión y la desatención estatal pueden tener tanto en los trabajadores como en los usuarios del transporte aéreo argentino.