Este viernes 19 de septiembre, Uruguay despidió a una de sus figuras más emblemáticas del espectáculo: Julio Frade falleció a los 81 años debido a complicaciones cardíacas tras una enfermedad prolongada. A lo largo de su extensa trayectoria, Frade dejó una huella imborrable en el humor, la música y los medios de comunicación de Uruguay y Argentina, convirtiéndose en un referente indiscutido para varias generaciones.
Frade fue mucho más que un rostro familiar en la televisión. Su versatilidad lo llevó a destacarse como pianista, locutor y conductor radial, pero fue en el humor donde alcanzó la mayor popularidad. Integró el elenco de programas históricos como Telecataplum, Comicolor, Rapicómicos e Hiperhumor, donde compartió escena con grandes nombres como Ricardo Espalter, Berugo Carámbula, Eduardo D’Angelo, Gabriela Acher, Andrés Redondo, Henny Trayles y Enrique Almada. Estos ciclos no solo marcaron una época dorada para la televisión rioplatense, sino que también revolucionaron la manera de hacer humor en la región.
Entre sus creaciones más recordadas se encuentran personajes entrañables como Abelardito, el niño travieso, y el concertista de piano de «Veladas paquetas», que lograron convertirse en íconos para el público. Con la partida de Frade, solo Gabriela Acher y el Nene Vega sobreviven de aquella camada legendaria de comediantes que definió el humor televisivo en los años ’70 y ’80.
La influencia de Frade no se limitó a la pantalla. En Uruguay, ocupó cargos clave detrás de cámaras como director musical de los canales 4, 10 y 12, y entre 1990 y 1995 estuvo al frente de Canal 5 y de Televisión Nacional. Su aporte también se extendió al ámbito radial, donde fue gerente general de Carve y Oriental, además de conducir durante cuatro décadas el programa Frade con permiso en Radio Oriental. Recién en agosto de 2025 oficializó su retiro y comenzó los trámites de jubilación, cerrando una etapa fundamental en su vida profesional.
La pasión de Frade por la música lo llevó a ser director musical y productor de los festivales de la canción Costa a Costa y Parque del Plata, y durante 26 años representó a Uruguay en los festivales internacionales de la OTI. Uno de los hitos de su carrera fue compartir escenario con el maestro Astor Piazzolla en 1982, convirtiéndose en el único uruguayo en lograrlo.
El reconocimiento a su trayectoria llegó en 2012, cuando fue distinguido como Ciudadano Ilustre de Montevideo, un homenaje a su invaluable aporte a la cultura uruguaya. Más recientemente, en 2023, se publicó su biografía titulada Gracias señor, escrita por Angel Atienza, que repasa su vida y obra.
Detrás del artista, hubo también un hombre profundamente querido por quienes lo rodeaban. En sus últimos meses, fue acompañado y cuidado por su hija Virginia, quien estuvo presente hasta el final. Su partida deja un vacío enorme en el mundo del espectáculo, pero su legado sigue vivo en la memoria colectiva de quienes disfrutaron de su talento y creatividad.
Julio Frade se despide como una figura central de la cultura rioplatense, un artista integral cuya influencia trasciende fronteras y generaciones. Su humor, su música y su dedicación a los medios siguen inspirando a artistas y públicos por igual, consolidando su lugar entre los grandes de la historia artística del Uruguay y la región.