El acto de Javier Milei en Tres de Febrero, celebrado este viernes, estuvo marcado por un incidente que sobresalió incluso entre las habituales fricciones que suelen acompañar los eventos políticos en el conurbano bonaerense. Una mujer, identificada como Annabel Ilarraz, de 50 años y residente de Morón, protagonizó una serie de agresiones que incluyeron el uso de gas pimienta y la amenaza con un cuchillo a manifestantes y trabajadores de prensa.
La escena se desarrolló en las inmediaciones del acto, donde la Gendarmería Nacional había montado un operativo para mantener separados a los simpatizantes libertarios y a los opositores, principalmente de origen kirchnerista. Sin embargo, y pese al despliegue de seguridad, desde la previa del evento se detectaron cruces y discusiones entre los distintos grupos.
Ya una vez finalizado el discurso de Milei y de los candidatos Diego Santilli y Karen Reichardt, la situación se agravó. En medio de los gritos y consignas opuestas, Ilarraz se vio envuelta en una acalorada discusión con otros manifestantes. Sin previo aviso, extrajo un cartucho de gas pimienta y comenzó a rociar a quienes protestaban contra el oficialismo.
El accionar de la mujer fue documentado por varios fotógrafos presentes en el lugar. Molesta por ser fotografiada, Ilarraz —que vestía una remera blanca con mangas negras y un pantalón amarillo decorado con motivos de Los Simpsons— increpó a los reporteros gráficos. Entre ellos se encontraba Antonio Becerra Pegoraro, del diario Tiempo Argentino, quien relató que, tras ser perseguido por la agresora y un grupo de militantes, buscó refugio dentro de un supermercado cercano.
Becerra explicó que se escondió entre las góndolas del local y pidió ayuda a una familia que se encontraba allí, mientras el grupo lo buscaba activamente. La mujer ingresó al supermercado, pero Becerra logró escapar hacia el estacionamiento. “Me tiré al piso y levanté los brazos para mostrar que no estaba en condiciones de defenderme”, contó el fotoperiodista, quien finalmente fue alcanzado por otros militantes, aunque estos desistieron de atacarlo al percatarse de su estado. Poco después, dos policías llegaron al lugar, mientras Becerra ya había realizado la denuncia en la Comisaría 7° de El Palomar.
La situación fue aún más grave para Fernando de la Orden, fotógrafo de Clarín. Según su testimonio, mientras intentaba documentar la secuencia y defender a su colega, se encontró frente a frente con Ilarraz, quien, ya dentro del supermercado, sacó un cuchillo de caza con una hoja de 20 centímetros y le lanzó un golpe que casi lo hiere. La intervención oportuna de guardias de seguridad y fuerzas policiales permitió finalmente la detención de la agresora.
La Policía Bonaerense incautó a Ilarraz el cuchillo de supervivencia y la trasladó a la comisaría Séptima de Ciudad Jardín. Su hermana, Fabiana, se presentó en la dependencia policial y aseguró a los medios que Annabel “no tiene ningún problema psíquico y es bioquímica”. También detalló que el acto se realizó a poca distancia de su domicilio, lo que explicaría su presencia en la zona.
Este episodio se suma a una serie de hechos violentos que han tenido lugar en actos políticos recientes en el conurbano bonaerense, reflejando la alta polarización y el clima de hostilidad que rodea a la escena política argentina.